Este juego de tablero refiere a una célebre fábula, recogida por Esopo,en la que una liebre y una tortuga corren una carrera. Mientras la liebre se confía porque se sabe más rápida y se echa a dormir bajo un árbol; lenta y perseverante, la tortuga, pasito a pasito, llega a la meta antes que la liebre y gana la carrera.
Esta historia –que se puede compartir con los chicos– inspiró el nombre de este juego y, en este sentido, es algo más que el simple juego de completar un tablero. Por supuesto, hay que tener en cuenta que en nuestra experiencia puede ocurrir que cualquiera de los dos animalitos gane y que, por lo tanto, la fábula no se refleje en la jugada.
En el siguiente enlace podrán encontrar una propuesta para trabajar la fábula desde el área del lenguaje: Cómo trabajar la fábula de la Liebre y la tortugaMateriales
• Un dado común.
• Fichas para tapar casilleros, 20 con la imagen de una tortuga y 20 con la imagen de una liebre
• Un tablero
Organización del grupo para jugar
• Grupos de 2 jugadores. Reglas
• Cada jugador tira el dado. El que obtiene el mayor puntaje se coloca en el tablero de la liebre y comienza el juego.
• Por turno, cada jugador tira el dado y coloca en los casilleros de su pista tantas fichas como indica el puntaje obtenido en el dado.
• Gana el jugador que llena toda la pista de la carrera. Descargar tablero y fichas en el siguiente enlace: https://drive.google.com/file/
Análisis del juego
En los juegos de completar tableros los niños tienen que colocar tantas fichas como indica el dado; es decir, el problema consiste en construir una colección equivalente de fichas a la cantidad obtenida en el dado.
Para poder resolver este problema, los chicos tienen que coordinar dos acciones: retener en la memoria el puntaje obtenido en el dado y extraer tantas fichas como puntos han logrado.
Los procedimientos que utilizan los niños son, en primer lugar, el de correspondencia término a término, dado que podrían sacar una ficha cada vez que señale un punto del dado; y en segundo lugar, tomar un montón –procedimiento que es bastante impreciso pero que suele ser uno de los elegidos por los niños en una primera instancia–. Otro mecanismo posible es el de retener en la memoria el puntaje obtenido y contar las fichas sin pasarse de esa cantidad, es decir, controlando el conteo.
Las dos primeras opciones de resolución, sacar una ficha y tomar un montón, son formas que evitan una solución numérica. Si bien es esperable que estos procedimientos aparezcan, también es importante que, a través de nuevas propuestas , los niños vayan abandonando paulatinamente estas respuestas y comiencen con resoluciones cuantitativas, es decir, en las que los números estén presentes.
Por otro lado, el tablero con dos pistas paralelas hace más fácil saber quién va ganando al comparar las dos filas de fichas. Pues para detectar quién es el ganador o cuál de los jugadores tiene más chance, los chicos pueden comparar la longitud de la hilera de fichas o de casilleros ocupados u observar la cantidad de fichas que faltan según el número de los casilleros vacíos. En este último caso, es interesante el tipo de comentarios que van haciendo los niños, ya que tienden a anticipar lo que deberían obtener en el dado para ganar.
Es importante que los docentes estemos atentos a este tipo de verbalizaciones de los niños para luego socializarlas en la puesta en común o bien para plantear con ellos algún problema nuevo.
Un ejemplo:
–A un nene le faltaban diez casilleros para ganar. ¿Puede ganar tirando una sola vez el dado? Prueben.
O también:
–Una nena dijo que le faltaban siete casilleros y que para ganar le tenía que salir el 6 y el 1. ¿A ustedes qué les parece? ¿Hay otras maneras posibles? Busquen diferentes formas para ganar.
Fuente:
Este juego figura en Números en juego. Serie Cuadernos para el aula : Nivel inicial - Buenos Aires : Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología de la Nación, 2007.
Julio es el mes de la Independencia y el mes de las vacaciones de invierno en todas las escuelas argentinas y como todos los años las fechas del receso invernal varían de una provincia a la otra. Salta será la primera en tomarlo y Buenos Aires la última.
A continuación se comparte un cronograma del mes de Julio con las fechas de mayor relevancia (a nivel regional, nacional e internacional) que contienen enlaces con información y recursos para la escuela .
Parte de los datos fueron tomados de la página de la Dirección General de Cultura y Educación de la provincia de Buenos Aires.
➥ Día Nacional de la Medicina Social, en conmemoración de la fecha de nacimiento del
doctor René G. Favaloro 10/ 23 de julio ➥ Receso invernal para La Pampa. 15/ 26 de julio ➥ Receso invernal para Catamarca, Río Negro,San Luis, Formosa, Corrientes, Jujuy, Chaco, Santiago del Estero, Tierra del Fuego. 20 de julio ➥ Día del amigo
► Proyecto Somos Amigos
¿Cómo era la vida en la ciudad de Tucumán del 1816?
En el Tucumán en el que se cocía la Independencia vivían unas 8.000 personas aproximadamente, en casas modestas y calles de polvo. Hacia 1812, la ciudad se iluminaba con faroles de papel que se colgaban al anochecer en el frente de las casas; pero en 1813 ya habían llegado las luminarias de cristal al espacio urbano.
La plaza funcionaba como el centro social y comercial por excelencia. Todo lo que un ama de casa necesitaba lo encontraba allí, y en las escasas tiendas que había a su alrededor. Por las noches no era raro escuchar a grupos de jóvenes ofreciendo serenatas nocturnas o “andas de música”, comenta Sara Peña, en “San Miguel de Tucumán 1812, Vida cotidiana en Tiempos difíciles”.
La decoración de las viviendas era austera y predominaban los lienzos y las imágenes religiosas. En algunas otras había retratos de algún antepasado. “En casa de Francisca Bazán de Laguna había un retrato de su yerno, Don Pedro Antonio de Zavalía y Andía, lo que era excepcional, únicamente se conocía otro retrato en la ciudad, el de José Colombres y Thames”, comenta la historiadora Peña de Bascary.
La iluminación se conseguía con faroles de hierro y papel. Los más pudientes iluminaban con mecheros de cuatro luces alimentados con aceite de potro. El resto se las arreglaba con velas de sebo.
Los libros se consideraban un lujo. En las casas no había bibliotecas, salvo la del convento de San Francisco. Los escasos libros en las casas eran vidas de santos y devocionarios.
Comidas
En las mesas se veía carne asada, guisada, charqui y locro. El arroz entraba en la categoría de novedad importada del oriente. El grano de maíz era muy requerido, también se consumía carne de paloma y perdices. El locro, la humita, la mazamorra y los pasteles de choclo eran los clásicos de la gastronomía tucumana. Por supuesto que los dulces y mermeladas se elaboraban en las casas, sobre todo con naranja y limas. Se consumía gran cantidad de tubérculos, hortalizas y frutas. Se bebía café, chocolate y mate. Para endulzar comidas y bebidas se empleaba miel de abeja y de caña y azúcar.
Vida social
La vida cotidiana de las mujeres estaba marcada por la religiosidad: ”misa diaria, novenas y todo tipo de actos devotos”, señala Peña de Bascary. En los templos no había bancos, así que ser costumbre que los sirvientes y esclavos cargaran alfombritas de iglesia y reclinatorios.
En los bailes de damas y caballeros se danzaba al son de guitarras el pericón, el cielito y el cuando.
Carlos Morel, Litografia usos y costumbres Argentinas. el Cielito..
“En las casas había diversos instrumentos musicales: arpas, violines y pianos”, cuenta la historiadora. Los juegos de naipes eran habituales en todas las esferas sociales. Se intentó reprimirlos, dado el crecimiento de las apuestas, con escasos resultados.
Juegos
Los chicos ya jugaban con pelotas, más pequeñas que las actuales, y hechas en trapo, aunque aún no se conocía el fútbol. También jugaban a la rayuela, el balero, el trompo y el volantín.
Educación
La instrucción llegaba hasta el nivel primario y la única escuela que funcionaba era la del Convento de San Francisco a la que asistían sólo niños.
Las mujeres casi no sabían leer ni escribir. Cuenta la historiadora Peña de Bascary que algunas niñas recibían instrucción domiciliaria: lectura, rezos, escritura y números.
Vestimenta
La vestimenta de las mujeres se reducía a faldas, camisas y vestidos. Las telas se traían de Europa: “capas y capotes de terciopelo, chalecos, sombreros, medias de seda, o algodón, telas de gasa, sarasa, ponteví, tafetán, seda, brocado, balleta y encajes de Flandes”, figuran en las anotaciones del comerciante José Gregorio Aráoz, citado en el trabajo de Peña de Bascary. El ajuar se completaba con guantes, peinetones, pañuelos y mantillas. El negro era el color con el que se iba a misa. Los eventos religiosos constituían la principal salida de las mujeres de esa época. Los rebozos (capas y mantos para cubrirse el rostro y los hombros) eran una tradición heredada de España.
Los varones usaban pantalones ajustados, calzas, chalecos de seda, levitas y fracs. Zapatos con hebillas de oro, medias de seda o algodón, sombrero de pelo.
En ese tiempo San Miguel de Tucumán era una pequeña ciudad.
Plano de San Miguel de Tucumán en 1816, Álbum General de la provincia de Tucumán, 1916.
La decisión de realizar allí el Congreso trajo algunos inconvenientes: iban a llegar muchas personas de golpe y la ciudad no estaba preparada para dar alojamiento a tanta gente. Tampoco había un lugar lo suficientemente grande como para realizar las reuniones del Congreso.
Pero las cosas finalmente se resolvieron. Algunos congresales fueron alojados en casas de familias tucumanas, cerca de la Plaza Mayor y el Cabildo. Otros pudieron ubicarse en los conventos o en las casas de algunos sacerdotes. Una señora tucumana, Francisca Bazán de Laguna, prestó su casa —la más grande de la ciudad— para que se realizaran las sesiones del Congreso, y hasta permitió que se derribaran paredes interiores para conseguir una sala más amplia.
La sesión del 9 de julio de 1816 fue bastante extensa, y al día siguiente se llevaron a cabo los festejos por la declaración de la independencia. El 10 de julio, a las nueve de la mañana, los diputados y autoridades se dirigieron al templo de San Francisco. Los encabezaba el Director Supremo Pueyrredón; lo acompañaban Laprida y el gobernador Aráoz. A lo largo de tres cuadras, que separaban la casa del Congreso de la iglesia formaban en doble hilera las tropas de soldados. En la plaza estaba reunido el pueblo, expectante y entusiasta. Según la investigación de Juan Carlos Marinsalda, la procesión desde la casa de Francisca Bazán hasta San Francisco era costumbre en tiempos de la colonia. La familia Bazán era propietaria de un Cristo (conocido como el “Cristo de los Bazán”), trasladado habitualmente en las celebraciones religiosas.
El congresal por La Rioja, Pedro Ignacio Castro Barros, tuvo a su cargo la misa solemne y el
sermón. Entre salvas y música, la comitiva se dirigió a la casa del gobernador donde sesionó
brevemente el Congreso. En su salón se preparaba un baile para otorgar a Pueyrredón la jerarquía de Brigadier y nombrar a Belgrano como General en Jefe del Ejército, en reemplazo de Rondeau.
Hacia 1870, Paul Groussac, un intelectual francés que residía en Tucumán, narró detalles del
baile de la independencia gracias a los testimonios de algunas personas que habían asistido.
Según Groussac:
“Cuántas veces me han referido sus grandezas mis viejos amigos de uno y otro sexo que habían sido testigos y actores de la inolvidable función. De tantas referencias sobrepuestas sólo conservo en la imaginación un tumulto y revoltijo de luces, armonías, guirnaldas de flores, manchas brillantes y oscuras de uniformes y casacas, faldas y faldones en pleno vuelo, vagas visiones de parejas enlazadas en un alegre bullicio de voces, risas, jirones de frases perdidas que cubrían la delgada orquesta de fortepiano y violín"
También hubo festejos el 25 de julio en las afueras de la ciudad. Jorge María Ramallo cita a un testigo de las celebraciones, el oficial sueco Jean Adam Graaneer, agente del Príncipe Bernadotte, que se encontraba en ese momento Tucumán. En su descripción de los sucesos, realizada cuatro días después de los festejos, Adam Graaner se refiere así a aquellos sucesos:
“El 25 de julio fue el día fijado para la celebración de la independencia en la provincia de Tucumán. Un pueblo innumerable concurrió en estos días a las inmensas llanuras de San Miguel. Más de cinco mil milicianos de la provincia, se presentaron a caballo, armados de lanza, sable y algunos con fusiles; todos con las armas originarias del país, lazos y boleadoras…
”Las lágrimas de alegría, los transportes de entusiasmo que se advertían por todas partes, dieron a esta ceremonia un carácter de solemnidad que se intensificó por la feliz idea que tuvieron de reunir al pueblo sobre el mismo campo de batalla donde cuatro años antes, las tropas del general español Tristán, fueron derrotadas por los patriotas. Allí juraron ahora, sobre la tumba misma de sus compañeros de armas, defender con su sangre, con su fortuna y con todo lo que fuera para ellos más precioso, la independencia de la patria.
”Todo se desarrolló con un orden y una disciplina que no me esperaba. Después que el gobernador de la provincia dio por terminada la ceremonia, el general Belgrano tomó la palabra y arengó al pueblo con mucha vehemencia prometiéndole el establecimiento de un gran imperio en la América meridional, gobernado por los descendientes (que todavía existen en el Cuzco) de la familia imperial de los Incas.”Jean Adam Graaner, Las provincias del Río de la Plata en 1816 (Informe dirigido al Príncipe Bernadotte). Traducción y notas de José Luis Busaniche, Buenos Aires, 1949, pág. 65.
Cuando hacemos mención a la casa donde se declaró la Independencia es común nombrarla cariñosamente por su diminutivo: "Casita de Tucumán", y esto puede darnos la visión de que era una casa de pequeña dimensión, sin embargo se trataba de una casona típica de la época colonial.
Este tipo de casas tan grandes y en las inmediaciones de la plaza estaban reservadas a las familias más importantes de Tucumán,
En algunas imágenes podemos encontrarla representada con paredes de color amarillo y las ventanas y puertas verdes, pero sus colores originales fueron blanco para las puertas y azul para las aberturas.
La Casa de la Independencia en 1868,
antes de su casi total demolición
( Foto Paganelli Angel)
La Casa de Tucumán, cuya denominación correcta es Casa Histórica de la Independencia, era una edificación de estilo señorial, compuesta por tres pabellones paralelos a la calle unidos por cuatros y galerías, definiendo patios con distintas jerarquías.
En el primer pabellón se ubicaban las habitaciones de la familia y las salas de reunión; en el segundo y más importante, el dormitorio principal, la gran sala y el comedor; y, hacia el fondo, el pabellón de las “oficinas de los criados”, donde se encontraban las habitaciones de criados y esclavos, la cocina y las letrinas.
Respecto de su construcción, cuenta que estaba hecha casi exclusivamente con recursos locales. Los techos eran de tejas musleras, de esas que se fabricaban usando como molde los muslos de operarios y asentadas simplemente con barro sobre cañizo y tirantes de madera; los revoques también eran de barro y estaban blanqueados a la cal. Los pisos de los ambientes principales eran de baldosas de barro cocido y los patios, de tierra. Solo vinieron de otras latitudes las rejas, los herrajes, los vidrios y los pigmentos para las pinturas.
Desde 1812, había sido utilizada por el Estado, primero como cuartel general del ejército y más tarde,como sede de la Aduana, las Cajas Generales y el Almacén de Guerra. Hasta que en febrero de 1816, a solo unos meses del día histórico, la Casa de los Bazán-Laguna pasó a ser la sede del Congreso de las Provincias Unidas del Río de la Plata y por esa razón fueron necesarias una serie de reparaciones y reformas.
Casa histórica.Salón principal
La Casa Histórica de Tucumán, cuya construcción original es de fines del siglo XVIII, sufrió diversas intervenciones y demoliciones parciales.
En 1874 el gobierno de Domingo Faustino Sarmiento la compró para destinarla como sucursal del Correo y continuar así la obra de Bartolomé Mitre.
En 1904, sólo se conservó el salón donde se juró la independencia, protegido por un edificio llamado "Templete".
Recién en 1943 el gobierno del general Pedro Pablo Ramirez ordenó su reconstrucción, pero por un error se la pintó de amarillo y verde en desmedro de sus colores originales.
Los colores amarillo y verde se originaron en el óleo sobre madera que el artista Genaro Pérez realizó a finales del siglo XIX, titulado "Frente de la casa en que se reunió el Congreso de Tucumán, 1816", cuyo original se encuentra actualmente en el Museo Histórico Nacional.
Óleo de Genaro Pérez.
Un estudio histórico de 1996 determinó que debía tener los colores blanco y azul; los colores patrios aprobados por la Asamblea del Año XIII.
Documentos existentes en el Archivo Histórico de la Provincia de Tucumán dan fe que el Congreso de 1816 encargó la compra de pintura "Azul Prusia" para puertas y ventanas de la casa y de cal para blanquear los muros.
Así se recuperó ese color, que se mantiene desde entonces.
En la reparación ya no se usa cal para las paredes porque se vuela y queda en las manos de quien la toca.
La Casa Histórica de Tucumán en la actualidad
Hoy la Casa Histórica es Monumento Nacional y sede del Museo de la Independencia; cuenta con ocho salas destinadas a exposiciones permanentes, archivos documentales y de noticias, una biblioteca y una fototeca.
El vídeo de la canción muestra imágenes de un cuento donde los dragoncitos cuentan sus primeras aventuras.
Cómo nos había anunciado Fernando, este es el inicio de una serie de cuentos orientados a las emociones , donde los dragoncitos continuarán contando sus sueños y juegos.
Un material ideal para leer a los niños antes de dormir, destinado a niños de maternal y dos años.
Ahora Fernando, nos presenta esa primera historia de la serie Dragoncitos , bellamente narrada e ilustrada por él.
¡Los invito a disfrutarla!
Relacionando la Educación Sexual Integral con textos literarios, podemos analizar el rol de las princesas y la posibilidad de interrogarnos acerca de este “ideal femenino” que conforma un verdadero modelo para las niñas .
El foco estará puesto en la “desprincesación”, es decir poner en cuestión la representación cultural de la princesa, en tanto estereotipo de género.
Existen textos con una mirada develadora y crítica por parte de sus autoras, que retratan a princesas rodeadas de ejércitos de sirvientes, que no actúan autónomamente, encapsuladas en castillos, alejadas del mundo real, sujetas al deseo de otros e inhabilitadas para muchas cosas, por ejemplo, jugar.
Muchas de estas historias van tomando giros inspirados, relacionados a valores de emancipación y justicia, en ruptura con los mandatos.
En esta historia breve una princesa “muy rica” y que “tenía de todo” descubre, sin que intervenga príncipe azul ni rey padre alguno, que lo que mejor le sienta a su ánimo es ponerse a trabajar para abrigar y alimentar al pueblo entero.
Un argumento que así resumido puede sonar como un panfleto políticamente correcto, contado con las precisas palabras de Montes y los expresivos dibujos de Torres se transforma en un cuento divertido, sin sermones, con una heroína simpática (incluso algo caprichosa) y con un típico final “de nunca acabar” (¿qué nueva labor emprenderá la princesa cuando se aburra de hornear pasteles?)
Palabras y pictogramas. Especialmente apropiado para el nivel inicial.
El libro está impreso en resistente cartón plastificado e incorpora el código de los “pictocuentos” (pictografías): algunas palabras se han reemplazado por dibujos que los niños y las niñas asocian fácilmente con el término que sustituyen.
La secuencia que proponemos para el abordaje del tema comenzaría con la lectura en voz alta del cuento, para lo cual, –se debiera aclarar desde el principio–, la “seño” requerirá ayuda.
Si el grupo no es muy numeroso se los podrá disponer en ronda para mostrarles el libro e ir señalando y exponiendo la pictografía que se debe leer continuación, escuchando las interpretaciones de los niños hasta dar con la palabra “correcta” que da sentido al relato.
Esta conversación sobre significados posibles será rica para iniciar a los niños en la lectura de imágenes, para mostrarles cómo las mismas cosas se pueden designar con distintas palabras, que no todos entendemos lo mismo cuando vemos un dibujo y, sin embargo, podemos ponernos de acuerdo en una lectura que dé un sentido común al texto.
Cuando leemos para un grupo, las pausas para la lectura de los íconos del pictocuento no deberían ser tan frecuentes, al menos no tanto como las que haríamos con único lector/a que acompañara el texto con el dedo o con su mirada.
La maestra podría ir releyendo parte del cuento, cada vez que los nenes participan, para recuperar el hilo del relato.
Para facilitar también esta experiencia más personal de lectura, una vez que el libro ha sido leído en el aula, se puede promover que los niños y niñas puedan llevarlo a su casa para compartir una relectura, esta vez con alguien de la familia.
Hay princesas y princesas
Después de leer en voz alta el cuento se puede propiciar un diálogo sobre las notorias diferencias entre la princesa que nos propone este relato y las que solemos ver en la tele y en las jugueterías.
Para eso, podemos invitar a chicos y chicas a buscar entre las ilustraciones:
Una princesa con la lengua afuera y muy concentrada en su trabajo.
Una princesa con ideas “brillantes y fogosas”.
Una princesa que aprende a bailar y lo hace solita hasta que se le hinchan los pies.
Una princesa que juega sin miedo a que en el ajetreo “se le caiga la corona”.
Una princesa trabajando en equipo con las planchadoras y los soldados del palacio.
Una princesa que descubre que hay muchas personas afuera a quienes puede ayudar con solo hacer el trabajo que le gusta.
Reconocer estos dibujos y conversar contraponiéndolos al modelo de las princesas clásicas de Disney o Barbie permitirá reconocer la intertextualidad visual: encontrar cuáles son esas imágenes previas con las cuales la ilustradora dialoga, cuestiona, imita, ridiculiza, reacciona a los esquemas más vigentes.
Las princesas tienden a aburrirse
El gesto del lector es siempre asociativo y, si lo que buscamos desde tan temprana edad es ayudar a los niños y niñas en la construcción de su propio “camino lector”, una buena manera de conseguirlo es proponer recorridos interesantes, tal vez preguntando:
–Hay muchos cuentos con princesas aburridas. ¿Quieren que leamos algunos más?
Aquí podemos sugerir, a modo de ejemplo, la cómica Historia de una Princesa, su papá y el Príncipe Kinoto Fukasuka,de la inefable María Elena Walsh. Un cuento en el que se hace pasar la jerga jerigonza por idioma japonés y se nos muestra una orientalísima princesa Sukimuki harta de estar quietecita en el jardín “papando moscas”.
https://www.youtube.com/watch?v=AcqlTCeaoh8
También podemos saltar de allí al álbum interactivo ¿Está lista la princesa?, de Graciela Repún y Florencia Esses, de Editorial Atlántida, que cuenta con la particular estética de la talentosa ilustradora Valeria Cis.
Los múltiples cruces entre estos textos pueden dar lugar a un jugoso diálogo sobre cuestiones de género, que se podría iniciar como hasta ahora hemos sugerido, con nuevas preguntas:
–¿Por qué creen que las princesas se aburren tanto? ¿Por qué les parece que necesitan desesperadamente “desaprincesarse”, como en el cuento de Repún?
Es imprescindible que estos diálogos se den del modo más espontáneo y natural posible, nunca de una manera forzada. Como bien aconseja Mempo Giardinelli: “Al terminar la lectura deje pasar unos segundos y luego formule usted una pregunta. Entonces espere, vea qué sucede… pero sobre todo no caiga en la tentación de ‘dar una clase’, solamente charle, intercambie. Eso hará que todos se sientan más seguros y confiados, en especial si lo que ellos dicen es tenido en cuenta”.
Ideas para desaburrir princesas
Un par de preguntas más pueden detonar una nueva propuesta:
–Y ustedes… ¿Se sienten los príncipes y princesas de su casa? ¿Y cómo suelen solucionar el “problema del aburrimiento”?
El juego: invitar a los niños y niñas a plasmar en tarjetas de colores una idea para desaburrir princesas.
Una sola frase o dos en cada tarjeta, escritas como en el pictocuento de Graciela Montes y Elena Torres; con palabras (aquellos o aquellas que puedan) y con pequeños dibujitos. Luego, armar con esas tarjetas un “afiche recetario” por si una princesa aburrida apareciera por el aula en las semanas siguientes.
A seguir leyendo
Mientras el interés en el tema no decaiga, se puede continuar durante unos días haciendo “visitas lectoras” para conocer a las princesas de los cuentos clásicos: la del guisante, la durmiente, la caprichosa que rechaza tantas veces a su príncipe pobre y termina besándolo disfrazado de porquerizo.
Otra alternativa es la tierna pero feísima princesa creada por Ema Wolf para el cuento “Flori, Ataulfo y el dragón”, editado por Aique.
Recomendamos darse una vuelta por el extenso y rojo catálogo de Princesas olvidadas o desconocidas de los absolutamente geniales Philippe Lechermeier y Rébecca Dautremer, de Editorial Edelvives.
Este álbum, de extrema belleza, contiene historias como la de Deletrea de Eritrea, la princesa que escribe, la de Tremenduskah, la princesa temible o Sapina, la princesa que se transforma con los besos. Incluye un croquis con divertidas tipologías de castillos, medios de transporte, baldaquinos, heráldicas, glosarios de léxicos imperiales, refranes y hasta recetas para cocinar princesas.
Este recorrido lector puede tener continuidad en EGB1 con la lectura de Florinda no tiene coronita, de Mercedes Pérez Sabbi, publicado por Edic SM, o Cuento con Ogro y Princesa de Ricardo Mariño, editado por Colihue.
Yayoi Kusama es una gran artista y escritora Japonesa precursora de los movimientos del arte pop, minimalismo y arte feminista. Nació en Matsumoto, Japón el 29 de Marzo de 1928. A lo largo de su carrera ha trabajado con una gran variedad de medios, incluyendo: pintura, collage,escultura, arte performance e instalaciones. La mayor parte de la obra de Yayoi Kusama tiene su origen en las alucinaciones que tuvo cuando era niña y donde se le aparecían miles de puntos que se multiplicaban dominando su universo. Los círculos de colores que identifican sus pinturas no discriminan…están en cuadros al óleo,esculturas de tela, instalaciones de espejos y hasta en su ropa. A los 88 años seguía creando mundos mágicos únicos y “punteados”, que atraían al público por su carácter juguetón e interactivo. Su influencia ha impactado tanto en el mundo de las artes visuales como también en el universo fashion, generando tendencias en la moda y en el diseño de indumentaria. A mediados de la década del 70 ingresó voluntariamente en un hospital psiquiátrico cerca de Tokio. Su reclusión no le ha impedido participar en exposiciones y muestras de arte en todo el mundo, así como la de recibir importantes reconocimientos y galardones.
María Alejandra Wozniak, directora del Jardín de Infantes Nº 215 "Dra Sara Faisal", de la localidad de Margarita, Pcia de Santa Fe, nos comparte una hermosa experiencia que realizaron los niños de sala de 4 años, turno mañana, junto a su seño Betiana del Pópolo.
El propósito fue incentivar la expresión artística de los niños a partir de la apreciación de las obras de de Yayoi Kusama . El cierre del proyecto consistió en organizar una muestra de arte en el hall de la institución para el disfrute de toda la comunidad.
A continuación se comparten detalles de la secuencia didáctica que guio este exitoso proyecto.
1. Ornamentación de la sala para conocer a la artista
-Al ingresar a la sala nos encontramos con muuuuuchos círculos, de diferentes colores y tamaños (hechos en cartulina y goma eva). Los mismos estarán pegados en las mesas, sillas, ventanas, puertas, colgados del techo, etc.
-Se los invitará al “Rincón de Alfabetización” donde habrá colgado:
Una foto de esta gran artista: Yayoi Kusama y diferentes obras de arte.
Se les preguntará a los niños:
¿Qué observan en este rincón de la sala?
¿Saben qué es un pintor? ¿Qué hace?
¿Qué elementos utiliza para pintar?
¿Qué hay que hacer para ser pintor?
¿Conocen algún pintor?
-Se les contará brevemente sobre la historia de la artista.
Observamos y describimos las diferentes obras de arte:
- Mirar detenidamente cada una de las obras y plantearse diversos interrogantes:
- ¿Qué elementos hay?
- ¿Cómo son?
- ¿Con qué colores trabaja la artista?
A partir de la observación: buscar y explorar diferentes materiales y herramientas para producir círculos, por ejemplo: corchos, tapas, platos de plástico, pelotas, globos. 2-Inicio de las propias producciones: pintar círculos
-Se les dará a los niños círculos de cartulina blanca, de diferentes tamaños. (con sus respectivos nombres atrás)
- Se les pondrá potes con diversos colores de témperas y pinceles.
- Consigna: Deberán pintar libremente todo el círculo, incluso lo podrán hacer mezclando
colores.
3-Creación de un cuadro
Recordamos sobre lo realizado el día anterior:
- ¿Se acuerdan como se llamaba la pintora?
- ¿Con qué pintaba?
- ¿Qué imágenes tenía en sus obras?
Reconocimiento del CÍRCULO:
- ¿Cuál era la figura geométrica que pintaba?
- Buscamos en la sala elementos o materiales en forma de círculo.
- Escuchamos y representamos la canción: “Hagamos un círculo”
-Se les dará a los niños los círculos pintados en la clase anterior.
-Se les entregará a cada uno una marfalina (en tamaño A3), para proponerles realizar una composición en escena pegando libremente y creativamente los círculos pintados.
- Completar la producción con sellado de tapitas.
4-Preparación de la muestra de arte
Se los invitará a los niños a ir al SUM y armar una galería de arte (colocando los atriles), obras y biografía de la artística plástica: Yayoi Kusama.
-Se expondrán los cuadros hechos por ellos.
-Se invitará a las familias, niños, docentes, directivo a compartir un grato momento .
-Los niños contarán a sus familias el proceso realizado.
- Una vez que finalice cada niño se llevará su cuadro.
5-Actividad complementaria
Se realizó un trabajo de sellado en mesas lumínicas , para ornamentar las ventanas de la sala.
Tamara Chubarovsky, es una maestra Waldorf que se especializó en Alemania en dificultades del aprendizaje, terapia del lenguaje (el arte de la palabra) y teatro pedagógico.
Lleva muchos años impartiendo cursos y recursos para apoyar a los niños en su desarrollo físico, emocional y cognitivo.
Entre sus recursos didácticos , son famosas sus rimas con movimiento en donde ha integrado sus estudios y amplia experiencia.
Así se refiere a ellas:
-Son una herramienta de apoyo a madres, padres, abuelos, educadores y otros profesionales: logopedas, terapeutas, etc.
- La temática de estas Rimas despierta en los niños/as el interés por los procesos de la naturaleza.
-El ritmo y los gestos que acompañan las rimas están acordes a los patrones de movimiento, apoyando el desarrollo de una buena motricidad.
- Su riqueza y conciencia sonora es acompañada por gestos que están en concordancia con las leyes del lenguaje, favorece el desarrollo del lenguaje.
-Promueven la relación adulto - niño/a.
-Son alegres y llenas de frescura..."
¿Cómo un recurso tan simple puede ser tan eficaz? Porque el movimiento y el lenguaje tienen la posibilidad de activar a la vez el plano corporal-físico, el plano emocional y el plano mental.
¿En las rimas cómo funciona? Gracias al efecto de los diferentes sonidos consonantes y vocales, del efecto de los ritmos, de las dinámicas en el hablar y del efecto de los movimientos.
A continuación comparto algunas de sus rimas con movimiento , encontradas en su canal de YouTube y que forman parte del DVD Rimas y Juegos de Dedos.
Esta rima trabaja activamente la LENGUA, por lo que es muy adecuada para niños con rotacismo o sigmatismo, así como para niños con lenguaje poco claro o posición incorrecta de la lengua.
• Trabaja el cruce de la línea media, movimiento de la muñeca, motricidad fina y coordinación ojo-mano-lenguaje
• Primero lo haremos haciendo siempre la niña con una mano y la lluvia con la otra; las alternaremos continuamente.
• Observar cómo se dificulta el movimiento cuando pasamos de movimientos simétricos a movimientos con cruce. La versión con cruce es para niños de 4, 5 años; antes, no suele estar maduro el patrón cruzado.
Rima con Movimiento, buena para niños con tendencia hiperactiva, ya que lleva "del nervio" a la quietud. Con niños pequeños, podemos hacer la rima como "masajito" en su mano. También el solo hecho de escuchar la rima, como un cuento corto, ayudará a aquietarlos y activar su atención. Para niños más grandes es un buen reto de motricidad fina. El masajito en los dedos ayuda a tomar conciencia corporal.
Es una rima que activa. Esto ocurre por su paso sonoro de la L, calma y lenta, a los sonidos oclusivos, densos y consistentes; y por su paso de movimientos simétricos, a movimientos con estimulación táctil.
Los movimientos que acompañan la rima, facilitan la articulación del lenguaje. Los movimientos circulares de ambas manos, activan especialmente la lengua, ayudándola a colocarse en su correcta posición.
El movimiento de talón de mano que acompaña "coqueta", apoya la articulación del sonido /k/. El movimiento de punta de dedos, en "pizpireta", apoya la articulación del sonido labial /p/.
Todo esto hace que sea una rima que ayuda a niños con dislalias o un hablar poco claro.
Además, es una estupenda rima para enseñar la letra L, sacando la letra de la imagen de la libélula.
Y siempre será apropiada para conectar con la naturaleza, si se hace en la primavera tardía, que es cuando las libélulas revolotean cerca de los ríos y zonas húmedas.
Se divide a las familias en tres grupos (celeste, amarillo y blanco) entregándoles una tarjeta con un lema:
Tarjeta celeste “Quiero ver florecer a mi bandera”
Tarjeta blanca “Unamos las manos por nuestra bandera”
Tarjeta amarilla: “Un corazón celeste y blanco para mi bandera”
Cada grupo de familias con sus hijos confeccionará una bandera sobre un papel de aproximadamente
1 x 3 m. utilizando una técnica relacionada con los lemas.
Grupo celeste: armarán la bandera pegando flores de papel celestes, blancas y amarillas.
Pueden dibujar libremente las flores sobre papeles de colores o se pueden dar patrones para contornear las flores.
Otra posibilidad es enseñar la técnica de plegado y recortado que pueden ver en las siguientes imágenes:
Grupo blanco: armarán la bandera con la impresión de la manos con témpera celeste, blanca y amarilla o contorneando las manos en papel y recortándolas.
Grupo amarillo: Cortarán corazones celestes, blancos y amarillos para armar la bandera.
Antes de la actividad: Hablar sobre el motivo del encuentro: ¿Por qué rendimos homenaje a
la bandera? Los niños comunicarán lo investigado previamente en la sala .Se los guiará con preguntas: ¿Quién fue Manuel Belgrano? ¿Qué hizo? ¿Por qué creó la bandera? ¿En qué lugares podemos ver la bandera? Preguntar a los padres si recuerdan qué hacían en la escuela para esta fecha.
Durante la actividad: se pueden convidar alfajorcitos de maicena (preparados previamente por los niños y decorados con una banderita
Al finalizar: se reúnen los tres grupos para mostrar las banderas. Pueden hacer un desfile usando una canción de fondo.
Canciones sugeridas:
Realizar una maqueta con la reproducción de la jura de la Bandera a orillas del Rio Paraná.
-Un grupo hará los soldados y a Belgrano con rollos de papel higiénico a los que agregarán detalles de papel para hacer gorros y chaquetas. Completarán dibujando con marcadores las caras.
-Otro grupo se encargará de hacer el río, las barrancas, la vegetación, con plastilina o masa de sal sobre una base grande de cartón o tergopol y la bandera sostenida con un palito de brochette.
Antes de la actividad:
Hablar sobre el motivo del encuentro: ¿Por qué rendimos homenaje a la bandera? Los niños comunicarán lo investigado previamente en la sala sobre Manuel Belgrano. Se mostrará una lámina de la jura de la bandera en las barrancas del Paraná, describirán la escena y luego se invitará a realizar la maqueta.
Al finalizar:
Se reúnen los grupos para armar la maqueta. Se pueden agregar carteles con las inscripciones: Río Paraná- Manuel Belgrano- Bandera Argentina.
Se reparte a los padres la letra de la canción “Orgulloso Paraná” y se los invita a cantar junto con los niños.
Se concluye izando la bandera del Jardín y al terminar se pide a las familias y a los niños que repitan las palabras que pronunciaron los soldados de Belgrano cuando juraron defender nuestra bandera: ¡Viva la Patria!