El día de Año Nuevo es la más antigua y universal de las festividades religiosas. Curiosamente, su historia comienza en una época en la que aún no existía un calendario anual. El tiempo transcurrido entre la siembra y la cosecha representaba un “año” o ciclo.
En las diferentes culturas de todos los tiempos los cambios de ciclo han llevado implícitos ritos que atraen salud, amor y dinero.
La fiesta de Año Nuevo más antigua que se ha registrado se celebraba en la ciudad de Babilonia, cuyas ruinas se alzan cerca de la moderna ciudad de Al-Illah, en Irak. Se situaba a fines de marzo, en el equinoccio invernal o de primavera, esto es, al comenzar esta estación, y los actos festivos duraban once días.
La idea de utilizar un recién nacido para simbolizar el comienzo de un nuevo ciclo surgió en la antigua Grecia alrededor del año 600 a.C. En las fiestas dionisiacas, era costumbre hacer desfilar, como homenaje a Dionisos, dios del vino y de las francachelas, un bebé en un cesto de juncos, que representaba el renacimiento anual de ese dios como espíritu de la fertilidad.
Los egipcios celebraban el fin del año al empezar la crecida del río Nilo y la preparación de las tierras para la siembra; mientras que los romanos lo hacían el 25 de marzo.
Desde los inicios del Imperio Romano, enero estaba dedicado al dios bifronte Janus, que mira delante y detrás: al año que se va y al principio del que viene, por eso le representaban con dos rostros, uno barbudo y viejo y el otro jovencito. Los romanos invitaban a comer a los amigos y se intercambiaban miel con dátiles e higos para que pasase el sabor de las cosas y que el año que empezase fuese dulce.
Esta vieja costumbre romana fue poco a poco entrando en Europa, donde con la misma finalidad venturosa comenzaron a ofrecerse lentejas, de las que se dice que propician la prosperidad económica del año que empieza.
En la Edad Media la Iglesia trató de oponerse a las viejas costumbres, pero no consiguió extirpar la atmósfera disipada de, la noche de San Silvestre, que se mantuvo como la última isla pagana de las doce noches navideñas (las comprendidas entre la Navidad y la Epifanía), que la Iglesia consideraba como periodo de renovación para mejorar el año venidero. La cena de Nochevieja, el 31 de diciembre, empezó a convertirse en una festividad de moda desde principios del siglo XX.
Recordemos que en el mundo occidental el calendario que nos rige es el Gregoriano, llamado así porque fue impuesto en 1582 por el Papa Gregorio XIII, sustituyendo la cuenta juliana establecida por Julio César (que databa el nacimiento de Cristo en el año 1, dando lugar a nuestra Era).
Con la nueva cuenta de 365 días, se siguió la costumbre ancestral de celebrar el fin de año el 31 de diciembre (que en el hemisferio norte coincide más o menos con el solsticio de invierno, el 25 de diciembre).
Actualmente en casi todos los rincones del mundo, la noche en que se efectúa el traspaso del “año viejo” al “año nuevo” está cargada de ritos y supersticiones que buscan atraer la felicidad, el éxito y la abundancia.
Transcribo aquí algunos ejemplos encontrados en la web:
Alemania
El último día del año, el protagonista en Alemania es San Silvestre. En su honor, corre la bebida, y se queman castillos de fuego para ahuyentar a los espíritus malignos.
Brasil
El mar juega un papel muy importante: el cielo de las playas brasileñas se ilumina con los fuegos artificiales y las filhas do santo (sacerdotisas africanas) encienden velas y lanzan al mar pequeños barcos llenos de flores y regalos para ver si las olas se los llevan, lo que es un buen presagio.
Escocia
En año nuevo, su afición preferida es el Hogmanay: se busca barril de madera, se le prende fuego y se lo pone a rodar por las calles. Según dicen, es para permitir el paso del nuevo año. Además, después de medianoche, llega el momento de presentar su "primer pie". A esa hora van a ver a sus allegados para desearles feliz año nuevo y les ofrecen un trago de whisky y un pedazo de pastel de avena. Los más viejos se quedan y esperan que el "primer pie" en sus casas sea el de una persona bella y alta y, sobre todo, de cabello negro (que trae suerte).
España
Es costumbre salir a la plaza mayor de la localidad y comerse las tradicionales 12 uvas de la suerte al son de las campanadas de medianoche, mientras se pide un deseo. Tras la cena, la fiesta continúa en la calle hasta bien entrada la mañana siguiente.
Italia
En la noche de fin de año, al igual que el resto de europeos, salen a celebrarlo por todo lo alto hasta que amanece. En la Nochevieja italiana, las lentejas sustituyen a las uvas para atraer la buena suerte en el nuevo año. Otra tradición muy popular y que, dicen, depara buena fortuna es la de regalar lencería roja. Muy arraigada está también la costumbre de arrojar los trastos viejos por la ventana como símbolo de un pasado finito.
Japón
En Japón las fiestas de fin de año duran nada menos que 15 días, en los que escuchan 108 campanadas equivalentes a los valores negativos que acarreamos los humanos y que con las campanadas se olvidan.Comen también una sopa tradicional con fideos y a continuación se dirigen hacia el templo budista a pedir buena suerte para el año que empieza.Se celebra así el año recién nacido. Después de dirigirse al templo, beben "sake" mientras visitan a los amigos para concentrarse después en otra comida especial de año nuevo.
La comida más importante dentro de las celebraciones de fin de año la realizan el día 15 de enero.
China
Se prepara una pequeña caja a la que se le pega un espejo en el fondo y otro en la tapa que multiplicará el dinero que en esta caja se deposite.
Líbano
Se preparan doce bolitas con masa de trigo introduciéndoseles una pasa y una moneda, para luego regalarlas a 12 amigos y los beneficios regresan a quien las obsequia multiplicados por 12; en
Rumania
Las mujeres solteras suelen caminar hacia un pozo, encender una vela y mirar hacia abajo. El reflejo de la flama dibujará en las oscuras profundidades del agua el rostro de su futuro esposo. Pero las que prefieren no salir de casa, pueden colocar una rama de albahaca bajo la almohada: el sueño de esa noche tendrá como protagonista al hombre que las espera.
Venezuela
Antes que den las 12, las familias se reunen en sus hogares y preparan la "hallaca", una especie de humita exuberante, repleta de condimentos y relleno especial, que se regala a los amigos durante la noche de víspera de Año Nuevo. Es una forma de reafirmar la amistad y de desear buena suerte para el próximo año.
Argentina
El recibimiento al Año Nuevo se celebra con una cena que generalmente reúne familiares y amigos.
A la medianoche, se brinda con sidra o champán y, sobre todo en los barrios, se suele salir a la calle a tirar pirotecnia y brindar con los vecinos. En la madrugada, después de los festejos familiares, es común que los jóvenes acudan a fiestas para celebrar el nuevo año. Las discotecas y las calles de los centros turísticos se colman de personas hasta el amanecer.
En Buenos Aires el día de Año Nuevo las empresas pasan documentos antiguos y papeles que no van a usar por la trituradora y tiran por la ventana los restos del papel. Así, muchas calles se visten de blanco el primer día del año.
En la ciudad de La Plata grupos de jóvenes se reúnen con un objetivo común, el crear el mejor muñeco, el más grande y el más bonito y, paradójicamente, para quemar. Esta
tradición platense tiene su origen hace muchos años atrás, de allí en más se fue haciendo más y más popular el rito: Purificación, quemar el año que se va, conjuntamente con todo lo malo, ritos que probablemente vengan de otras culturas.
Los muñecos están hechos principalmente de madera, alambre, cartón y papel.Adentro llevan mucha pirotecnia que es comprada través de rifas o simplemente pidiendo de casa en casa y también parando autos en el sector de construcción del muñeco.
Luego del brindis de las 12:00 la gente sale de sus casas y se junta a presenciar la quema.
Previamente a la quema se realizan shows de fuegos artificiales y batucadas.
Existen también otras cábalas o supersticiones populares:
- Ponerse ropa interior amarilla o roja.
- Salir con las maletas en la mano a dar una vuelta a la casa para poder viajar durante el nuevo año que justo empieza.
- Empezar el año nuevo de pie (justo a medianoche)
-Saltar el umbral de la casa con el pie derecho.
-Ocupar algunos momentos del último día del año que se va, limpiando y ordenando la casa.. Entre más limpia, ordenada y radiante esté la casa, mejor será la vida en el próximo año.
- Poner un anillo de oro en la copa de champaña con la que se hará el brindis: le asegurará que no le falte el dinero.
...Y seguramente muchas más que podrán aportar los lectores.
A pesar de estas diferencias culturales, en todos los países donde se celebra el fin de año hay un elemento común: las familias y amigos se reúnen para cenar, brindar y desearse una buena entrada de año.
CHIN CHIN
Y
¡¡FELIZ AÑO NUEVO PARA TODOS!!
Fuentes consultadas:
http://www.tinet.cat/~
http://www.me.gov.ar/
http://www.elalmanaque.com/
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