En el hemisferio Sur los pueblos originarios ancestralmente celebran el inicio de un nuevo ciclo de vida. Esta celebración conocida popularmente como “Fiesta del Sol” tiene diferentes denominaciones según las culturas e idiomas que lo adoptaron como parte de un calendario. Así en quechua se lo conoce como Inti Raymi, en aymara como Wilka Kuti y en mapuche como We tripantü.
Durante esta festividad el sol es el gran protagonista, porque está relacionado con los ciclos de la naturaleza.
La circularidad del tiempo en la Tierra
Muchos pueblos indígenas tienen una visión del tiempo como un devenir continuo y circular, en el cual la vida y la naturaleza están interconectadas y se renuevan en ciclos. Esta idea contrasta con la concepción occidental del tiempo, que lo considera lineal, con un principio y un fin definitivo.
Tanto los pueblos andinos como los mapuches (culturas agrícolas) observan que la vida renace después de la noche más larga del invierno, que las plantas florecen en primavera y fructifican en verano, que el sol da su calor y su energía a todas las formas vivientes.
Este fenómeno se conoce científicamente como solsticio de invierno (del latín solstitium, sol quieto), la noche más larga del año, y se produce entre el 21 y el 24 de junio, momento en que el hemisferio sur se encuentra más alejado del sol en el recorrido de la órbita del planeta. Para la cosmovisión de los pueblos originarios, es el momento en que los ciclos de la naturaleza y del cosmos descansan y recargan su energía para reiniciar renovados el Nuevo Tiempo.
Desde esta visión, los pueblos tributan respeto y reconocimiento al sol como principal fuente de la vida, celebrando, al mismo tiempo, el comienzo de un nuevo año. Los ancestros, por su parte, invitan a seguir una filosofía de vida paralela a la de la naturaleza y la Madre Tierra.
La fiesta del sol
La ceremonia arranca la noche anterior al comienzo del año, las comunidades se reúnen en un lugar energético ceremonial para compartir la noche más larga del año, alrededor del fuego.
Comparten comidas, música, narraciones orales, esperando la salida de los primeros rayos de sol (fuente de vida y energía) con las manos levantadas, listos para recargar fuerzas para el ciclo que comienza.
Feliz comienzo de ciclo de vida para todo/as nosotros,
feliz año para nuestros hermano/as originarios
y que nuestro Inti o Antú (Sol) nos encuentre unidos
y renovados de fuerzas para seguir luchando.
Jallalla*.
*Jallalla es una palabra quechua-aymara que une los conceptos de esperanza, festejo y bienaventuranza. Se expresa, en este único término, la idea que nuestros sueños deben siempre ir acompañados del fuerte deseo que se concreten, elevando a la Pachamama o el Universo y trabajando intensamente para lograrlo.
Propuestas para el Nivel Inicial
Las propuestas que se presentan a continuación se basan en la necesidad de reconocer a los pueblos originarios como sujetos actuales, con derechos, saberes y prácticas vigentes. A través del Inti Raymi (Fiesta del Sol) y el Wiñoy Xipantu (Nuevo ciclo de la Naturaleza) se busca romper con la idea de que lo indígena pertenece solo al pasado, buscando promover el respeto y la valoración de la diversidad cultural.
-A partir de recursos audiovisuales se invita a investigar sobre la celebración, cómo se hace y por qué, así como a preguntarse: ¿qué valores aparecen en estas celebraciones?
Inti Raymi en Argentina, encuentro entre la tradición y el presente (Cultura Andina, 2022).
Quri y Qala - Inti Raymi (Títeres Foco Ala Mano, 2020).
-También se propone que las niñas y los niños expongan las tradiciones que tienen las familias de la comunidad para compartir costumbres y rituales que se transmiten de generación en generación.
-Posteriormente, para finalizar la propuesta se sugiere compartir deseos individuales en voz alta, que serán registrados por la o el docente para armar un manifiesto colectivo de los deseos del jardín.