15 jun 2022

Cómo organizar una Mesa de Libros en el Nivel Inicial

 

Esta actividad requiere que el/la docente realice previamente una selección de obras que a los niños/as les resulten interesantes/desafiantes teniendo en cuenta además, que la cantidad de las mismas sea algo mayor al número de alumnos/as presentes en la sala en el momento de realizar la actividad (3 o 4 libros más). De esta manera, se podrá garantizar que todos los niños tengan las mismas posibilidades a la hora de elegir.

Pueden tomarse diferentes criterios para el armado de la mesa de libros, por ejemplo:
  •  por lo sugerente del título o por el efecto que la historia provoca;
  •  por las características o los tipos de personajes; 
  • por ser del mismo autor;
  •  por la importancia de la imagen en la construcción de sentido;
  •  por el juego que presentan los autores entre texto, formato del libro y tipografía (aspectos textuales y paratextuales); 
  • por la posibilidad que brindan de poder jugar con el lenguaje ( rimas,  repeticiones, canciones,  nanas, coplas ,adivinanzas);
  •  por la relación que establece el autor con referentes de la cultura (por ej. expresiones artísticas), por el género al que pertenece, entre otros.
Estas categorías también ofrecen una oportunidad para que los/las docentes lean esos libros y “entren” a los textos literarios pensándolos de otras maneras posibles.

¿Cómo armar una mesa de libros?

Es recomendable seleccionar los libros y ubicarlos sobre una mesa al alcance de los/as niños/as o directamente sobre una tela en el suelo con la tapa hacia arriba y visible. Los textos seleccionados deben tener paratextos (tapas, títulos, ilustraciones) sugerentes para que los/as niños/as puedan realizar sus elecciones a partir de las anticipaciones que puedan realizar ellos mismos o de los comentarios del docente. 

Podrán armarse varias mesas en simultaneo utilizando distintos criterios para seleccionar los cuentos: una mesa de poesías, una mesa de cuentos de imágenes, una mesa de libros-álbum, etc. O por el contrario, armar distintas mesas que presenten un repertorio variado.  Sería interesante seleccionar libros ya conocidos por los/as alumnos/as e incluir otros que den la posibilidad de descubrir nuevas historias. 

Lo importante es que al acercarse a las distintas mesas los/as niños/as puedan tener espacio suficiente para circular sin molestarse y el  tiempo necesario para hacer su elección.

Luego de haber transitado varias experiencias de mesas de libros, se puede proponer que sean los/as niños/as quienes armen la mesa a partir de sus propios criterios: por ejemplo, que un pequeño grupo orientado por el/la docente la prepare para el resto.

Fuente: Colecciones del aula. Ministerio de Educación de la Nación.2013.   http://www.bnm.me.gov.ar/giga1/documentos/EL005470.pdf

¿Cómo interviene el /la docente en una mesa de libros?

Es importante en esta situación generar las condiciones para que los/las niños/as pongan en juego buenos criterios a la hora de seleccionar; el/la docente puede acompañar esta elección: “Este, que es de piratas, seguro que te va a gustar”; “Aquí hay un libro de Graciela Montes, seguro que te va a gustar porque disfrutaste mucho Las velas malditas”. Por supuesto que las posibilidades de los/las niños/as para elegir las obras con criterios cada vez más literarios dependen fuertemente de las oportunidades en que el/la docente ha leído dentro de la sala y ha permitido conversar acerca de lo leído.

También se puede comunicar a los niños y niñas que, si no pueden leer algún título de su interés, tendrán posibilidades de seleccionarlo en la siguiente oportunidad. Por este motivo resulta fundamental que se proponga la exploración de libros con continuidad.

Como un lector que recomienda sus lecturas, antes de que seleccionen qué leer, el/la docente informa datos de algunas obras ofrecidas, tales como el autor, el título, la editorial, la colección. Lo hace cuidando que la situación no se torne rígida. Así pone a los/las niños/as en contacto con estos datos de la cultura escrita y genera expectativas y deseo por leer: “Aquí está Monigote en la arena, de Laura Devetach, autora argentina, un libro que tiene otros cuentos de la autora, todos de una colección llamada Libros del Malabarista, de la editorial Colihue. Acá (mostrando el índice) donde dice ‘índice’ están los nombres de todos los cuentos”; “También traje Cambios, de Anthony Browne, que tiene unas ilustraciones muy particulares. Hay que mirarlas bien para descubrir lo que pasa en el cuento”; “En el bosque nada es lo que parece (leyendo la contratapa del libro). ¿Por qué piensan que dice eso? ¿Qué pasará en esta historia?”; “Les traje Haiku, un cuento precioso de Iris Rivera, que a mí me encanta por la dulce historia que cuenta y las bellas imágenes que ilustró María Wernicke”.
 
Esta intervención también favorece que los niños y las niñas nombren paulatinamente los libros por su título, reconozcan a sus autores e ilustradores, descubran la importancia de la reseña y de la colección en la contratapa para elegir qué leer, expresen opiniones sobre lo leído, recomienden lo leído, entre otras prácticas lectoras.

Posteriormente, propicia la lectura individual para que experimenten un momento personal de acercamiento al libro. Seguramente algunos/as observarán las imágenes y realizarán anticipaciones a partir de ellas; quizás otros/as traten de leer algunos pasajes señalando con el dedo porque conocen el relato a partir de la lectura de la/el docente.

Mientras exploran, el/la docente también puede leer un libro que ha seleccionado en silencio de manera individual frente a ellos/as. Asimismo, si observa que la curiosidad por los libros decae, puede intervenir intercambiando opiniones acerca de lo leído y releyendo para corroborar las anticipaciones de los/las alumnos/as, leyendo algún pasaje de la historia que resulta interesante, haciendo referencia a ciertos datos que aportan las imágenes a la historia o haciendo notar la belleza de una expresión o una ilustración.
Intervención de la docente durante la exploración
Seguidamente, propone leer por parejas a fin de que los niños y las niñas tengan oportunidades de compartir las obras leídas y enriquecer sus interpretaciones. 

Por último, organiza intercambios colectivos para que comenten sus experiencias con los libros. En estos momentos interviene para que circulen opiniones y comentarios sobre la historia, el modo en que está contada, las ilustraciones, y puede compartir los propios. Puede leer fragmentos de los libros a solicitud de sus alumnos/as o por propia iniciativa, para ampliar o corroborar las anticipaciones.

Las niñas y los niños leen y comparten sus lecturas
En los siguientes videos de la Dirección de Educación Superior y Capacitación Educativa, se pueden observar dos fragmentos de clase que muestran la presentación de una mesa de libros de la biblioteca de la sala:
• “DGCyE - Situaciones didácticas en el inicio de la alfabetización. Lectura de los alumnos en materiales informativos”
• “DGCyE - Situaciones didácticas en el inicio de la alfabetización. Elección de libros, exploración e intercambio”



¿Cómo finaliza la actividad?

Se  organiza con los/as alumnos/as  el orden del material en la biblioteca y se da por finalizado el intercambio de la puesta en común.
Los libros quedan a disposición de los/as  alumnos/as para que puedan volver a ellos en situaciones de acceso libre o préstamo domiciliario.
Esta situación es importante sostenerla con continuidad y con diferentes propósitos a lo largo del año como por ejemplo, para incorporar algunos libros nuevos a la biblioteca, elegir algunos de los libros leídos que más gustan a los/as chicos/as  para recomendárselos a  otras salas, seleccionar algunos de los libros presentados para confeccionar la agenda de lectura semanal, etc. 


Con estas situaciones en torno a los libros, los/as chicos/as actúan como lectores aún cuando no saben leer convencionalmente, se plantean interrogantes y resuelven problemas relacionados con la literatura, con el conocimiento del mundo y con el lenguaje escrito. No lo hacen solos, lo hacen en interacción con los textos, con los otros niños y con el maestro, lo hacen también cuando hablan sobre los libros y sobre lo que escucharon leer. A medida que participan varias veces en situaciones similares, sus intervenciones irán dando cuenta con mayor precisión de lo que saben sobre los libros y, de ese modo, “comenzarán a formar parte de una comunidad de lectores de textos literarios por lo tanto será necesario que la docente ejerza sistemáticamente y a lo largo de la escolaridad el rol de lector y que los libros circulen en el aula de manera habitual”

Fuente:  Presentación de libros y lectura por parte del maestro en el Jardín de Infantes. Mayo 2011. Subsecretaría de Educación  Dirección Provincial de Educación Inicial

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4 comentarios:

  1. Tus entradas son siempre interesantes y muy completas.
    Un abrazo, Sandra.
    Últimamente tengo muchos problemas para hacer comentarios...espero te llegue este.

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  2. Hola Marisa, gracias por tu visita . No sé que problemas tendrás para comentar y si te sucede con todos los blogs, pero al menos este llegó bien.
    Un abrazo.

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  3. Hola sandra! Muy interesantes tus propuestas, de alguna siempre pude tomar algo para crear nuevas ideas. Ahora le pregunto es posible que tenga alguna propuesta para trabajar la muerte en el nivel inicial. Desde ya muchas gracias

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    1. Bienvenida! gracias por tu visita.Por el momento no tengo ninguna publicación sobre el tema pero podés consultar este documento: https://reunir.unir.net/bitstream/handle/123456789/2847/Aida_Spelt_Salazar.pdf?sequence=1&isAllowed=y

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