8 jul 2014

Cuento para reflexionar: La mariposa y el hombre.


A veces,  como educadores o padres, en el afán de ayudar al crecimiento de nuestros niños los estamos perjudicando más que haciéndole un bien. Aunque pongamos nuestra mejor intención en ayudar, si empujamos demasiado, interferimos en el proceso de aprendizaje de la persona. Es como si queremos aprender a dibujar, y el profesor, en vez dejarnos expresar libremente y ensayar, nos hiciera el dibujo por nosotros.
Este relato puede ayudarnos a reflexionar este aspecto:

Un hombre encontró el capullo de una mariposa y se lo llevó a casa para poder verla cuando saliera de él. Un día, vio que había un pequeño orificio, y entonces se sentó a observar por varias horas, viendo que la mariposa luchaba por poder salir del capullo.

El hombre observó que forcejeaba duramente para poder pasar su cuerpo a través del pequeño orificio en el capullo, hasta que llegó un momento en el que pareció haber cesado la lucha, pues aparentemente no progresaba en su intento. Semejaba que se había atascado.Entonces el hombre, en su bondad, decidió ayudar a la mariposa y con una pequeña tijera cortó al lado del orificio del capullo para hacerlo más grande y de esta manera por fin la mariposa pudo salir. 

Sin embargo, al salir, tenía el cuerpo muy hinchado y unas alas pequeñas y dobladas. 

El hombre continuó observando, pues esperaba que en cualquier instante las alas se desdoblarían y crecerían lo suficiente para soportar al cuerpo, el cual se contraería al reducir lo hinchado que estaba. Ninguna de las dos situaciones sucedieron y la mariposa solamente podía arrastrarse en círculos con su cuerpecito hinchado y sus alas dobladas… Nunca pudo llegar a volar. 
Lo que el hombre, en su bondad y apuro no entendió, fue que la restricción de la apertura del capullo, y la lucha requerida por la mariposa para salir por el diminuto agujero, era la forma en que la naturaleza forzaba fluidos del cuerpo de la mariposa hacia sus alas, para que estuviesen grandes y fuertes y luego pudiese volar. 
Extraido del libro: "Aplicate el cuento" de Jaume Soler y M. Mercé Conangla.
Los procesos de crecimiento y aprendizaje tienen un ritmo diferente en cada persona. En vez de empujar y forzarlos sería mejor acompañar a los niños y dejar que vivan su propia experiencia.

Otros relatos para reflexionar:

14 comentarios:

  1. Hermoso cuento para reflexionar. ¿Hasta qué punto el maestro-a debe ayudar al estudiante? .
    Cariñosss.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es un punto difícil Mirian, pero al concientizarlo quizás encontremos la forma para no empujarlos y solo acompañarlos.
      Besos.

      Eliminar
  2. Muy buena la enseñanza que nos da el cuento. Hay que dejar que cada uno crezca a su ritmo y no forzar las situaciones, Cada niño tiene su ritmo de aprendizaje y es necesario respetarlo. Un abrazo muy grande, Sandrita

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias querida Pilar por tu visita y reflexión.
      Muchos cariños!!

      Eliminar
  3. Si, cuanto cuesta con los hijos también...muy lindo cuento. Abrazo grande!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es cierto, es difícil encontrar el punto medio ...Gracias Teresa por tu visita.
      Un beso grande

      Eliminar
  4. Hermoso cuento, con un mensaje fundamental, siempre acompañar y motivar.
    Pasito a paso...
    Besos Sandra Luz.

    ResponderEliminar
  5. Un precioso cuento con un gran mensaje. Gracias Sandra. Me ha gustado mucho. Un beso.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me alegra mucho Ana.Me parece que es un cuento apropiado para iniciar una reunión de padres y calmar sus ansiedades.
      Besos.

      Eliminar
  6. Me encanto el cuento, y el mensaje es claro e impactante para compartirlo con nuestros hijos.
    Abrazos.

    ResponderEliminar
  7. Que hermoso! Realmente EXELENTE mensaje.

    ResponderEliminar
  8. Siempre Se Toman Las Mejore Desiciones Despues De Este Cuento

    ResponderEliminar