Un hombre encontró el capullo de una mariposa y se lo llevó a casa para poder verla cuando saliera de él. Un día, vio que había un pequeño orificio, y entonces se sentó a observar por varias horas, viendo que la mariposa luchaba por poder salir del capullo.
El hombre observó que forcejeaba duramente para poder pasar su cuerpo a través del pequeño orificio en el capullo, hasta que llegó un momento en el que pareció haber cesado la lucha, pues aparentemente no progresaba en su intento. Semejaba que se había atascado.Entonces el hombre, en su bondad, decidió ayudar a la mariposa y con una pequeña tijera cortó al lado del orificio del capullo para hacerlo más grande y de esta manera por fin la mariposa pudo salir.
Sin embargo, al salir, tenía el cuerpo muy hinchado y unas alas pequeñas y dobladas.
El hombre continuó observando, pues esperaba que en cualquier instante las alas se desdoblarían y crecerían lo suficiente para soportar al cuerpo, el cual se contraería al reducir lo hinchado que estaba. Ninguna de las dos situaciones sucedieron y la mariposa solamente podía arrastrarse en círculos con su cuerpecito hinchado y sus alas dobladas… Nunca pudo llegar a volar.
Lo que el hombre, en su bondad y apuro no entendió, fue que la restricción de la apertura del capullo, y la lucha requerida por la mariposa para salir por el diminuto agujero, era la forma en que la naturaleza forzaba fluidos del cuerpo de la mariposa hacia sus alas, para que estuviesen grandes y fuertes y luego pudiese volar.
Extraido del libro: "Aplicate el cuento" de Jaume Soler y M. Mercé Conangla.Los procesos de crecimiento y aprendizaje tienen un ritmo diferente en cada persona. En vez de empujar y forzarlos sería mejor acompañar a los niños y dejar que vivan su propia experiencia.
Otros relatos para reflexionar:
Hermoso cuento para reflexionar. ¿Hasta qué punto el maestro-a debe ayudar al estudiante? .
ResponderEliminarCariñosss.
Es un punto difícil Mirian, pero al concientizarlo quizás encontremos la forma para no empujarlos y solo acompañarlos.
EliminarBesos.
Muy buena la enseñanza que nos da el cuento. Hay que dejar que cada uno crezca a su ritmo y no forzar las situaciones, Cada niño tiene su ritmo de aprendizaje y es necesario respetarlo. Un abrazo muy grande, Sandrita
ResponderEliminarGracias querida Pilar por tu visita y reflexión.
EliminarMuchos cariños!!
Si, cuanto cuesta con los hijos también...muy lindo cuento. Abrazo grande!
ResponderEliminarEs cierto, es difícil encontrar el punto medio ...Gracias Teresa por tu visita.
EliminarUn beso grande
Hermoso cuento, con un mensaje fundamental, siempre acompañar y motivar.
ResponderEliminarPasito a paso...
Besos Sandra Luz.
Gracias Adri!!
EliminarBesitos
Un precioso cuento con un gran mensaje. Gracias Sandra. Me ha gustado mucho. Un beso.
ResponderEliminarMe alegra mucho Ana.Me parece que es un cuento apropiado para iniciar una reunión de padres y calmar sus ansiedades.
EliminarBesos.
Me encanto el cuento, y el mensaje es claro e impactante para compartirlo con nuestros hijos.
ResponderEliminarAbrazos.
Que hermoso! Realmente EXELENTE mensaje.
ResponderEliminarMuchas gracias Judith!!besos.
EliminarSiempre Se Toman Las Mejore Desiciones Despues De Este Cuento
ResponderEliminar