1 oct 2025

Los Onas (Shelknam). Información y Secuencia Didáctica

 

Este pueblo, también conocido como selk´nam o shelknam, habitaba la isla Grande de Tierra del Fuego o como ellos la llamaban “Karukinka”.  La denominación “ona” proviene de la lengua yagán, y con el tiempo se impuso sobre la de selk’nam, que era la palabra con la que los nombraban los tehuelches. Eran nómades dedicados a la caza, la pesca y la recolección.

Hombres selknams cazando. A la izquierda de la imagen se observan
 perros fueguinos, que eran usados para ayudar en la cacería.

Origen

Eran parientes cercanos de los tehuelches que habitaban en la Patagonia al norte del estrecho de Magallanes, con ellos tenían una notable semejanza física, de lenguaje y de costumbres. Eran altos con una talla media de 1, 8 m, musculosos, corpulentos, anchos de hombros y de tez bronceada.

Historia

Los primeros selk’nam provinieron de los grupos nómadas continentales de la Patagonia meridional. Los cuales habrían cruzado el territorio fueguino antes que se constituyera en isla hace aproximadamente unos 10 mil años. Posteriormente, y gracias a los permanentes cambios termo ambientales, se desencadenó la separación definitiva entre el istmo fueguino y el continente al término de la última glaciación. 

Compartían la isla con un pueblo emparentado, los haush, que compartían con ellos muchos rasgos culturales y físicos y también con dos pueblos canoeros (nómadas marinos): los alacalufes y los yaganes.

 Los selknam habitaban principalmente el norte y centro de la isla y habían terminado por confinar a los haush en el sureste (Península Mitre).

Mapa que muestra la ubicación de los selknams en la Patagonia Austral

 Los primeros europeos que los vieron fueron los de la expedición de Magallanes, explorador que descubrió el estrecho que lleva su nombre, en 1520. Pero no hicieron contacto con ellos sino que los avistaron desde la embarcación por las grandes fogatas que relucían en la noche, de ahí el nombre de la isla.

Posteriormente, los contactos continuaron en forma esporádica hasta las últimas décadas del siglo XIX con la llegada de misioneros salesianos y de hombres blancos a colonizar y explotar la isla. Los territorios que antes eran el libre hogar de estos cazadores nómadas, fueron cercados. Muchos de ellos rompieron las cercas y cazaron y comieron la carne de las ovejas, a la que llamaron "guanaco chico" o "guanaco blanco". Estos hechos condujeron a la consumación de un genocidio que acabó casi completamente con ellos. Este contacto permanente tuvo devastadoras consecuencias para esta etnia, pues además les transmitieron enfermedades contagiosas y los desplazaron de sus territorios de caza.

Lengua

Era un idioma perteneciente a la familia chon, familia de la que también formaban parte el tehuelche y el haush. De ahí las similitudes con el tehuelche de la Patagonia continental, con quienes compartían el sonido áspero producto de sus expresiones guturales y oclusivas. Estas características hacían que hasta la conversación más amistosa sonara como una fuerte discusión.

 Algunas palabras selk’nam conocidas revelan claramente el parentesco con las otras lenguas chon:

Sol: Kré / kran

Luna: Kréen / krä

Noche: Kauk'n

Día: Kerren

Hombre: C'ón / Chohn

Mujer: Naa / Nah

Uno: Sós

Dos: Sôki

Tres: Sauki

Cuatro: Koni-sôki

Cinco: Kismarey 

Organización social

La base de la organización era la familia, padre, madre, hijos, pero a esta se incorporaban los parientes que ocupaban el mismo territorio, llamado haruwenh. Había muchos territorios perfectamente delimitados. Formaban "clanes" patrilineales de 40 a 120 miembros con jurisdicción sobre un territorio de caza. Los hombres tomaban esposas de otros clanes.

Familia selknam. Fotografía de 1916.

Vivienda

Respondiendo a las características de pueblo nómade, los Onas construían viviendas temporales y móviles llamadas Kawi, que eran semicirculares o cónicas, hechas con palos y ramas cubiertos con pieles de animales, principalmente de guanaco, cosidas entre sí, que colgaban de los extremos y se sujetaban contra el piso con piedras o arena. En el techo siempre quedaba una abertura para que saliera el humo de las fogatas que hacían. 
Este tipo de construcciones era más útil para proteger al fuego del viento, que a sus habitantes de la intemperie. Cuando decidían ponerse nuevamente en marcha, desarmaban el paravientos, lo enrollaban y lo cargaban en las espaldas de las mujeres.




Vestimenta y aspecto 

Tanto los hombres como las mujeres utilizaban mantos de cuero de guanaco, o pieles flexibles como la de los zorros o los curucos, que si bien no proporcionaban demasiado abrigo, si eran muy útiles para protegerlos del viento. Los hombres usaban estos mantos desde los hombros hasta los tobillos.

Usaban el cabello largo a los costados de la cara y lo peinaban con un peine hecho con barba de ballena. Las mujeres se dejaban el flequillo y los hombres se afeitaban la barba y el bigote y se depilaban las cejas y su escaso vello corporal. 

Acostumbraban a higienizarse en arroyos o lagunas frotándose con pasto o musgo húmedos, aunque el aseo no era diario ni sistemático. 

Usaban collares de tendones adornados con cuentas de segmentos de huesos huecos de aves, muñequeras y tobilleras de cuero o de tendones trenzados o de juncos. 

Se pintaban la piel con pigmentos negro, blanco y rojo con los que rellenaban dibujos sencillos relacionados con situaciones por las que estaban atravesando o estados de ánimo.


Alimentación

Se alimentaban de aves, guanacos, y cururos, lo que complementaban con la recolección de productos marinos, como mariscos que encontraban en las playa o alguna ballena varada; y de frutos silvestres como el calafate o la chaura.

Herramientas y armas

Fabricaban herramientas de piedra, hueso y madera y vivían de la naturaleza, sin cultivar la tierra. Su principal arma eran el arco y la flecha. También empleaban la honda y el arpón.

Armas y herramientas elaboradas por el pueblo selknam, exhibidas en el Museo Municipal Fernando Cordero Rusque de Porvenir.

Cosmovisión

Los selk´nam creían en espíritus identificados con la naturaleza: el espíritu de los bosques, el de los lagos, el de las montañas, animales y hechiceros muertos. Los seres humanos tenían un ánima a la que llamaban Kashpi y que sobrevivía a la muerte del cuerpo, pero sin contactos con los vivos salvo que se tratara del ánima de un xo´on. 

Los xo’on eran una mezcla de hechiceros, chamanes y curanderos que en sus creencias tenían un inmenso poder que les permitía influir sobre el clima, la caza y la guerra; contrarrestaban brujerías y hacían presagios. Actuaban después de prepararse mediante la autohipnosis, efectuando cantos y manipulaciones con las que se suponía que manejaban fuerzas invisibles. Esto atemorizaba a los selk´nam que creían que los xo´on tenían poder sobre la muerte.

Máscaras


Las máscaras de los onas eran elementos fundamentales de su cultura, confeccionadas con cortezas, madera o cuero para ser utilizadas en ceremonias y ritos de iniciación como el Hain, donde representaban espíritus y dioses para instruir a los varones en la vida adulta y mantener el orden social. 

Estas máscaras, junto con la pintura corporal, combinaban patrones geométricos y colores rojo, blanco y negro para lograr un aspecto místico y no humano, rompiendo las formas del cuerpo. 


  Colección de máscaras selknam (Reproducción)


https://www.suteba.org.ar/download/12-de-octubre-dia-del-respeto-a-la-diversidad-cultural-89378.pdf


Secuencia Didáctica: "Conociendo a los Onas"


Duración: 4 a 5 encuentros (adaptable)

Destinatarios: Nivel Inicial (sala de 4 y 5)

Propósitos:

  • Conocer aspectos de la cultura Selk’nam (Onas).
  • Valorar costumbres de los pueblos originarios.
Contenidos:

Posible itinerario de actividades:

 Primera etapa: Acercamiento e investigación

Ubicar a los niños en nuestro continente  utilizando un globo terráqueo.

Luego, usando como soporte un mapa de Argentina contarles que en nuestro país, hace muchos años habitaban pueblos llamados Indígenas, y que hoy hablarán en particular de un determinado pueblo: Los Onas.

Para mostrar donde se ubicaban geográficamente, primero se indicará dónde se encuentra nuestra provincia, para luego indicar donde habitaban los Onas (Tierra del Fuego).

A continuación se mostrarán algunas imágenes o video para observar  las características físicas, la vestimenta, las herramientas y las viviendas de los habitantes de este pueblo.

Se puede solicitar a las familias colaboración para investigar con información teórica, fotografías, cuentos, leyendas, etc.

 Luego, entre todos realizar láminas con dibujos y  producción escrita grupal (mediante el dictado a la maestra) para exponer lo que aprendieron. 


Segunda etapa: Elaboración de máscaras y expresión corporal.

Contar a los niños sobre las ceremonias  donde los Onas usaban máscaras y pinturas.

Observar  imágenes de las máscaras.

Crear máscaras propias: 

-A partir de  formatos en cartón confeccionados previamente  por la docente, se les pedirá a los niños que las decoren con diferentes materiales.

Los materiales a utilizar serán:

  • Pintura roja, negra y blanca
  • Hojas secas
  • Pequeñas ramas
  • Semillas
Se puede organizar una ronda sentados en el piso donde cada uno utilice su propia máscara y luego de observarlas con atención. El juego puede consistir en descubrirse unos a otros. También se pueden poner en palabras las sensaciones que transmiten los compañeros con sus máscaras (son divertidos, asustan, están irreconocibles?) Se puede colocar música y realizar una expresión corporal.

 Tercera etapa: Construcción de viviendas y escenario lúdico

Recordar a los niños lo investigado sobre las viviendas de los Onas. Mostrar fotos para observar las diferencias. 

Se les propondrá realizar en grupos las diferentes viviendas del pueblo Ona. 

Se le entregará a los niños/as ramas, bases de telgopor simulando el piso, tela simulando la piel de animal, piedras para poner alrededor, hilos, pegamento.

Armar un escenario lúdico incorporando las chozas armadas por los niños, friselina azul para simular el mar, siluetas de peces,  fogatas con ramas y papel celofán rojo y naranja , máscaras confeccionadas previamente, mantas de tela para abrigarse

 Cuarta etapa: Expresión de "La leyenda de los onas"

-Narrar (o leer) la Leyenda que refiere la historia de una familia selk'nam que es secuestrada por conquistadores españoles y que el mar transforma en delfines para salvarla.

- Conversar: ¿Qué sintieron los personajes? ¿Por qué se convirtieron en delfines?

- Dibujar lo que más le gustó de la historia.

- Dramatizar la leyenda:  utilizar títeres  para representar a los delfines , telas para hacer movimientos como las olas del mar, silueta  con caja de cartón para simular el barco español o una mesa dada vuelta,  sonidos del mar y música suave , atados de ramas y papel  celofán para simular los fuegos.

⑤ Cierre 

-Armar una pequeña muestra para las familias, exponiendo las máscaras, dibujos e infografías.

- Representar la leyenda.

-Cantar una canción relacionada con los pueblos originarios. 

Anexos

  • La historia de los shelknam en video: 

  • Animación que narra los aspectos más relevantes de la cosmovisión Selk'nam

  • Cómo confeccionar  las máscaras



  • La leyenda de los onas


Cuentan los viejos cuentacuentos del Sur, de muy, muy al Sur... De lo más al sur del mundo... que los antiguos habitantes, que se llamaban selknam y que hoy conocemos como Onas, cuando veían a lo lejos, en el mar, acercarse una Ballena, acampaban en la playa durante varios días porque eso significaba comida y alegría por mucho tiempo. Y entonces, para calentarse, prendían un lindo fuego. 

Pero aquella vez no se trataba de una ballena, sino de un barco! Eran los españoles que estaban cumpliendo la hazaña de dar la vuelta al mundo por primera vez. Y mirando la costa no dudaron al poner el nombre a la nueva tierra: Tierra del fuego!  

Desde la costa, una familia ona decidió acercarse a los visitantes en canoas a darles la bienvenida. 
 -Atrapadlos! _rugió el capitán del barco- Servirán para diversión de los reyes en la corte!. Y así la familia Ona fue hecha prisionera. 

Pero no todos en el barco estaban felices con esto, y, en medio de una feroz tempestad, un grumete llamado Miguel, los ayudó a escapar, y mientras los españoles temblaban de miedo porque creían haber llegado al fin del mundo, los Onas se arrojaron al mar para llegar nadando hasta sus playas. 

_ Preferimos nadar, antes que ser esclavos...  Pero el mar es inmenso, y por más que nadaran muy bien, nunca llegarían. Así que algo pasó, algo fantástico, algo increíble: Los Onas se transformaron en los delfines! Si! Así nacieron los primeros delfines! Nadan como peces, pero respiran y piensan como personas, y, como los Onas, viven y crecen juntos, ayudándose en una gran comunidad.  

Fuente: Libertablas





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