"Ser docente es un arte que se construye y alimenta día a día en cada aula, entre miradas que sostienen, juegos, proyectos y sueños.
Nuestra tarea nos invita permanentemente a reflexionar y así experimentar que las cosas esenciales de la vida están allí… en la simpleza y profundidad de cada encuentro, cerca del suelo, de la tierra, de la siembra.
(...)Y así vamos por el camino… como grandes peregrinos, viajando de aquí para allá. Con bolsos cargados de materiales somos artesanos, capaces de jugar, narrar y hacer títeres, organizar actos, reuniones y talleres siempre bajo un mismo sueño, apostando a la misma utopía.
Poniendo nuestra pasión… Investigando, analizando, planificando pero ante todo, siempre disfrutando de los pequeños grandes logros de la cotidianeidad de las aulas, ese mágico espacio de encuentro y riqueza donde cada uno muestra su luz.
Pequeños lugares para otros, gigantes oportunidades de logros para quienes sabemos, el valor infinito de estos relatos de infancia.
Recuerdos que quedarán para siempre y que, a lo largo de los años, nuestros antiguos “pequeños alumnos” que ya han crecido, vienen generosamente a recordarnos con sus ojos cargados de ternura y nostalgia.
Y allí el alma se expande…
Allí sabemos que la siembra fue fecunda (...)"
Texto de Elena Santa Cruz
No hay comentarios:
Publicar un comentario