21 ene 2011

Ícaro y los límites

  
"La tierra y el cielo. He ahí una antigua metáfora de la complementariedad de los factores últimos de la existencia. El cielo para volar, para soñar, para diseñar con las nubes imágenes inéditas. La tierra para subsistir, para hincar los pies y guardar cierta firmeza de continuidad. La tierra es el orden, el cielo, la aventura. La tierra, los límites; el cielo, la creatividad rebelde y el desarrollo de todos tus mundos incubados en el misterio de tu nacimiento".Jaime Barylco.


Los límites en la educación, un tema que atañe tanto a padres como educadores.Jaime Barylco* en el primer capítulo de su libro, Los hijos  y los límites, dice:

-"Hijo mío, sé lo que quieras ser; a tal efecto es indispensable que vayas cosnstruyendo los parámetros sobre los cuales podrías vislumbrar  qué quieres ser. Déjate educar, y luego te educarás libre".

A continuación relata la historia de Ícaro, dándonos un clásico ejemplo:

"Dédalo era un herrero admirable y tenía un alumno, Talos, que perfilaba brillantemente como para superar al maestro en el futuro.
Dédalo se puso celoso y un día decidió suprimir a esa promesa humana que lo desplazaría con el tiempo.El crimen se descubrió y lo desterraron.Dédalo se refugió en Cnosos, donde fue encerrado en un laberinto con su hijo Ícaro.

Para huir del laberinto,el papá de Ícaro, el habilidoso Dédalo, hizo un par de alas para sí y otro para su hijo, ya que sólo volando podrían evadirse d esa prisión.Estaban hechas con plumas de ave atadas con hilos y otras más pequeñas atadas con cera.
Después de haber preparado el par de alas de Ícaro, le dijo con lágrimas en los ojos:
-Hijo mío, ten cuidado.No vueles a demasiada altura para que no se funda la cera a causa del sol; ni demasiado bajo, para que el mar no humedezca las plumas.

Ambos emprendieron el vuelo de la libertad.
-Sígueme -le dijo-, y no tomes un rumbo propio.
En pleno vuelo, Ícaro desobedeció y comenzó a remontar su ruta hacia el sol.Dédalo se dio vuelta y ya no lo vio. Solamente alcanzó a percibir las alas que iban cayendo y flotaban en el agua; el sol había derretido la cera e Ícaro había caído trágicamente al mar".
Según Barylco, esta mítica parábola del universo griego ataca varios puntos de meditación.
"Los griegos consideran la hubris, la soberbia del que desconoce sus límites y sus limitaciones, como el mal mayor. Ícaro fue presa de esa soberbia: él alcanzaría el sol.

Por otra parte, el relato alude claramente a la situación conflictiva entre padres e hijos: es deber del padre enseñar, decir "no te apartes de mi rumbo", y es tendencia natural de los hijos rebelarse y buscar el camino propio.

Ícaro podría haberlo practicado, pero siempre dentro de los límites de lo posible. Se perdió porque desconoció esos límites.
Volar,sí.
 
Educa a tus hijos en límites y con alas. Educarlos es ponerlos en contacto con la fragilidad de las alas, con la cera que se derrite y, por lo tanto, a favor de la vida, para que el vuelo produzca vida y no muerte".

*Jaime Barylko (1936-2002), filósofo argentino, nacido en Buenos Aires, Argentina. Autor de libros de filosofía, pedagogía y autoayuda. Ha sido asesor científico del Conicet y de otros organismos gubernamentales.


Fuente:
Barylco J.(1995) Los hijos y los límites. Buenos Aires.Emecé Editores.

Otras entradas relacionadas:


12 comentarios:

  1. Bienvenida querida Sandra !! Ya echaba de menos tus entradas.Es muy importante que tanto padres como profesores tengamos claro que poner límites no es privar de libertad. Muchas veces creemos que dejando al niño hacer lo que el quiera le estamos beneficiando y educando mejor.Pero no nos equivoquemos, esto es un error.Es NECESARIO PONER LIMITES. Un besazo.

    ResponderEliminar
  2. Lindo escrito....Gracias por recordarnos a Icaro y la necesidad de poner(nos) limites.... Bello blog

    Paz&Amor

    Isaac

    ResponderEliminar
  3. Hermosa entrada Sandra! En la secundaria tuve el honor de leer esta historia de Ícaro y Dédalo. Y hoy, gracias a vos, la recuerdo con mucha alegría!
    Qué enseñanza nos deja acerca de los límites!
    Un abrazo enorme y buen día! =)

    ResponderEliminar
  4. Que linda historia Sandra Luz!

    En ocasiones no resulta fácil poner límites, pero con amor y paciencia se puede lograr el equilibrio -entre el cielo y la tierra-

    abrazos, muchos.

    ResponderEliminar
  5. Hola Pilar!!Gracias por la bienvenida!Sin duda poner límites es ejercer nuestra responsabilidad,nuestro compromiso.Un abrazo.

    Isaac,bienvenido a mi sala amarilla!Gracias por tu comentario.

    Berenice, qué bueno que en tu secundaria te hayan acercado a los mitos, yo los descubrí de "grande".A mis alumnos les he contado algunos adaptados, no sabés cómo los atrapan estas historias!
    Buen día y buen viaje!Besitos.

    Hola Adrian Alba! Los mitos son muy bellos y están llenos de sabiduría.A veces resulta doloroso poner límites, como vos decís es un acto que requiere de mucho amor y paciencia. Un gran abrazo!

    ResponderEliminar
  6. hola Sandra,Jaime Barylco escribió hace un tiempo largo un artículo en Clarín o La nación sobre la rebeldía de los adolescentes frente a sus padres y me impacto. gracias por traerlo a mis recuerdos a traves de dédalo e ícaro.ah y me encanto como decoraste tu salita,toda veraniega..un beso

    ResponderEliminar
  7. Hola Beatriz!Voy a ver si encuentro el artículo...siempre lo he tenido de referente especialmente sobre estos temas.Gracias por fijarte en la decoración,me alegra tu comentario...Besitos!

    ResponderEliminar
  8. Interesante entrada y muy recomendable para todos los que tenemos que tratar con niños tanto dentro de la escuela como en nuestros hogares.No estaría mal comenzar así alguna reunión que tuviéramos con los padres.
    Muchas gracias por tus reflexiones y besos.

    ResponderEliminar
  9. Gracias Isabel!Es una buena idea usar esta historia como reflexión para una reunión de padres.BESOS!

    ResponderEliminar
  10. Qué excelnet entrada querida amiga y la verdad nunca me había puesto a reflexionar sobre la historia de¨´Icaro, yo no sé cómo serán lso demás, pero yo por mi parte cuando era adolescente no sabía qué quería y anduve desorientado por mucho tiempo, me casé joven y las cosas fueron peor: Con mis hijos no ha sucedido ello, tomando como referente mi experiencia los he puesto a estudiar una carrera que al comienzo no querían, pues deseaban las carreras que estaban de moda. Ya están acabando y al parecer uno está contento con su carrera, pero mi hija me dice que hubiera prefrido estudiar psicología a lo que yo le respondí: Si quieres lo puedes hacer aún, ya eres una profesional y puedes elegir lo que mejor prefieras. Un gran abrazo

    ResponderEliminar
  11. Ay Drac!qué díficil es educar bien a nuestros hijos, ponerles límites y darles libertad en un justo equilibrio... lamentablemente no hay una escuela que enseñe a hacerlo, aprendemos a los tumbos a ser padres,actuamos por intuición, tratando de no repetir nuestros propios errores, podremos equivicarnos y nadie podrá evitar que ellos también se equivoquen pero al menos nos hacemos responsables de su cuidado y ponemos todas nuestro empeño...no les puede ir tan mal!

    BESOS!

    ResponderEliminar
  12. Que interesantisima entrada! Pienso que el tema de los limites es muy importante y hay que hacer yodavia mucha pedagogia! Un beso enorme

    ResponderEliminar