Siempre que nos referimos a un cuento o relato infantil surge de un modo evidente la problemática de los cuentos tradicionales (denominando así a los cuentos de Perrault, Hnos. Grimm, Andersen y otros anónimos).
Esta problemática se plantea en torno a algunos interrogantes:
- ¿Se deben contar los viejos cuentos?
- ¿Anula de algún modo la influencia de estos viejos cuentos la posibilidad creativa de los niños?
- ¿Son los contenidos de estos cuentos demasiado truculentos para el alma infantil?
Una nutrida literatura ha desarrollado algunos de estos interrogantes, ha planteado controversias desde distintas posiciones.
Frente a estas preguntas, la realidad nos muestra que cuando el niño llega al Jardín de Infantes ya conoce muchos de estos cuentos y cuando les pedimos que nos cuenten un cuento, son los primeros relatos en aparecer.
No estamos de acuerdo con posiciones extremas (defensores/detractores) del cuento infantil, sino por lo contrario proponemos una reactualización, una relectura del cuento tradicional tratando de integrar nuevos elementos a los ya conocidos.
Estos relatos nos proveen de material, que, usado adecuadamente podrá dar lugar a nuevos cuentos , no tan crueles o tan crueles como los mismos niños necesiten en esta etapa contarlos.
►Caperucita Roja en el parque de diversiones
Estos juegos que proponemos como puntos de partida para la creación de nuevos cuentos son simples sugerencias que el docente puede modificar de acuerdo a la experiencia, edad del grupo y la clase de cuento o historia que haya elegido para trabajar con el mismo.
Veamos el proceso de trabajo a sugerir, tomando como cuento motivador Caperucita Roja. Ante todo la historia debe ser lo suficientemente conocida por los niños como para poder enumerar los elementos que organizan el relato.
En el caso de Caperucita Roja, irán apareciendo:
la mamá- la canasta -el bosque- el lobo - la casa - la - abuelita- el cazador - etc.
Se pueden acompañar dichos elementos con tarjetas que representen los motivos importantes del cuento.
Vamos a elegir luego de entre todos estos dos elementos. Trataremos de realizar la sustitución de estos dos elementos por dos que no pertenezcan al relato, es decir, ajenos al contenido del mismo.
Si bien la estructura del relato permanecerá igual, lo que cambiará serán las relaciones entre los nuevos elementos; si en lugar de llegar a un bosque llegara a un parque de diversiones o a un arroyo fresco lleno de pescaditos o a una fuente rodeada de plantas y flores, si fuera en bicicleta a la casa de la abuelita, si el lobo fuera un tierno corderito...
En la primer pregunta el bosque es sustituido por el elemento parque de diversiones, así, el binomio Caperucita-parque de diversiones reemplaza al binomio Caperucita-bosque.
De historia narrada a historia recreada.
Este procedimiento de sustitución es aplicable a cualquier cuento bien conocido por los niños, siempre que el maestro analice previamente los elementos que constituyen su estructura.
¿Y si el patito feo naciera con un par de alas multicolores?
• ¿Y si el gato con botas se encontrara en el camino con un cohete espacial?
• ¿Y si los tres chanchitos construyeran un rascacielos?
► Blancanieves y los siete gitantes
Para buscarle un nuevo rumbo a la historia podemos aplicar otro procedimiento llamado de los "contrarios".
Veamos un ejemplo:
"Blancanieves va por el bosque y se encuentra con los siete gigantes".
El binomio Blancanieves-enanos es reemplazado por el binomio Blancanieves-gigantes, sustituyendo el elemento del binomio por su contrario:
enanos...... gigantes
Este juego de transformaciones es aplicable tanto a los cuentos tradicionales como a personajes de historietas y fábulas conocidas por los niños.
¿Qué pasaría si Superman se transformara en un tímido ratoncito? Con este juego de trastocamientos, de inversiones, de sustituciones, el cuento tiene siempre un "después" diferente, que se abre obre alguno de los puntos de relato.
► Un viaje a la montaña...
A partir de la sustitución de uno de los elementos de la estructura del relato (ya por simple sustitución, ya por un contrario), la trama del relato tomaba otra dirección, cambiando su itinerario maravilloso.
Para iniciar este juego podemos presentar a dos personajes bien conocidos de dos cuentos tradicionales, por ejemplo a Blancanieves y, a Caperucita. ¿Qué pasará cuando en lugar de aparecer Caperucita sola en el bosque aparezca al lado de Blancanieves?
¿Será el mismo rol el que cumplan Blancanieves junto a los siete enanitos que junto a Caperucita? Seguramente no.
He aquí la recreación del relato. Así, progresivamente, en cuanto a la inclusión de dificultades, se va organizando una especie de ensalada de cuentos, que produce en cada nueva combinación un relato diferente.
Es conveniente graduar adecuadamente dicha combinación, empezando al principio por combinar dos personajes, recordemos que a los chicos de muy corta edad no les gusta -y hasta se enojan- cuando los padres o maestros le "cambian" alguna palabra o escena de un cuento conocido.
Es importante saber "cuándo" y "cómo" comenzar estos juegos. Si durante los años del Jardín han adquirido flexibilidad en el manejo creativo del lenguaje o de varios lenguajes, no habrá dificultad alguna en incluir la técnica de la "ensalada" en los primeros grados de la escuela primaria. Se pueden tener los personajes recortados en figuras preparadas para utilizarlas en la pizarra magnética o feltógrafo, para
que los niños las puedan manipular, cambiar de lugar, agregar otras tarjetas de otros juegos.
Veamos un ejemplo:
"Cuando Hansel y Gretel llegan a la casa del bosque descubren que quien los espera no es la bruja (cambia el rumbo de tensión de la historia; ¡vaya sorpresa!) sino Blancanieves, que está organizando un viaje a la montaña (podría ser a la playa, a la Luna, ¿por qué no?). El gato con botas prepara sus botas espaciales para escalar las montañas..."
Una vez terminado el relato podemos proponer que los niños pinten las escenas del mismo, apreciando a través de las imágenes las nuevas relaciones de este texto.
Este cuento tiene un nuevo entorno, permite nuevos atributos a cada personaje, enaltece o denigra caracteres, empequeñece o intensifica afectos.
(lugar)? Un bosque... un parque... un tren... la nubes????
(situación)? Peligro... huye... ama... alimenta... abandona?
(Acción)? Protege... huye... ama... alimenta... abandona??
(Cualidades)? Valiente... pequeño... débil. . . mentiroso? ???
El nuevo rol que se le adjudica al niño ya no es el de oyente pasivo, sino el de autor y recreador de sus propios cuentos, sin dejar de lado los que ya conoce.
►Una reflexión
Considerar al cuento, a su reconstrucción, un juego equivale a plantearnos, como afirma Gianni Rodari en su Gramática de la Fantasía:
"En algunos casos el juego tendrá eficiencia terapéutica. Ayudará al niño a liberarse de ciertas fijaciones. El juego desdramatiza al lobo, ennoblece al ogro, ridiculiza a la bruja, establece una división más neta entre el mundo de las cosas verdaderas -donde ciertas libertades no son posibles- y el de las cosas imaginarias. Esto debe suceder antes a después ciertamente no antes de que el lobo, el ogro o la bruja hayan cumplido sus propias funciones, pero tampoco demasiado tarde."
No debemos olvidar que la historia en sí misma cumple un papel de suma importancia permitiendo al niño identificarse con algunos de sus personajes, de allí que el maestro deba encontrar el momento en que sea oportuno comenzar estos juegos.
Este relato ilustra lo que afirma Gianni Rodari:
"Había una vez una niñita que iba a ver a su mamá. Y llegó a su casa y cuando iba a la casa se encontró al lobo que asustó a la niñita y el lobo se fue a la casa de la niña y la niña tenía un bebé y la señora se comió al lobo para que no le asustara al bebé."
Elisa, 4 años
Estas propuestas son simples puntos de partida y no de llegada. Juegos de imaginación: infinitos caminos a recorrer de la mano de nuestros niños.
La escuela tiene el deber de desarrollar la expresión creadora de los niños, sin circunscribirla a las actividades plásticas, musicales o dramáticas, creyendo en el poder creador de la palabra y su acción transformadora de la realidad.
No pretendemos, respaldándonos en este uso de la palabra como juego más que en darle al niño la posibilidad de reencontrar su propia palabra, de sentirse seguro al expresar sus fantasías, de ser tan respetado como un adulto cuando habla, altera o recrea o inventa sus propios relatos.
Tomado de: Fornasari de Menegazzo, Moret, Z. (1985). Palabra, Juego y Creatividad. El desarrollo del lenguaje en jardín y primeros grados. Buenos Aires: Ediciones Pac.
ANEXO:
En este enlace pueden bajar las tarjetas ilustradas -que aparecen en esta publicación- en formato pdf para imprimir:
Publicaciones relacionadas:
Los cuentos tradicionales les encantan a los niños/as. Gracias por ofrecernos herramientas para trabajarlos mejor.
ResponderEliminarBesos, Sandra.
Gracias Anabel. Efectivamente los cuentos tradicionales son recursos que debemos tener a mano.
EliminarBesos.