A MIS MAESTROS… DE UN ALUMNO ESPECIAL
Necesito apoyo, solidaridad, cariño… No lástima o compasión.Comprometerse con el aprendizaje de un alumno con necesidades educativas especiales representa un gran desafío para toda la comunidad educativa, y también una gran oportunidad. Para los docentes, una oportunidad de crecer como profesionales y de fortalecerse como equipo, para generar los cambios que es necesario implementar, para lograr que estos alumnos adquieran las competencias necesarias para alcanzar su autonomía y participar plenamente en la sociedad.
Necesito que te me acerques, que me toques y que me acaricies…
Porque aunque yo quiera hacerlo, mis brazos y mis piernas no pueden.
Necesito que me hables, que me saludes al llegar, que te despidas de mí.
Porque aunque esté callado yo te puedo oír bien y cuando llegas o te vas, te siento, te conozco, te extraño, y… te quiero.
Necesito sentirme uno más de esos revoltosos, gritones niños de la escuela, y participar mediado por brazos y piernas fuertes… que muevan mi silla, para moverme como ellos… que tengan paciencia para esperar mis lentos movimientos y vean que si quiero participar. Necesito, como todos los niños, que en su momento me recuerden mis deberes y me exijan cumplirlos, que debo esforzarme cada día en mi conducta social, mis logros motores, para hacerme más independiente, más maduro, en un lógico crecimiento.
Necesito que se interesen por mis continuas actividades.
Porque todo esto ya no es una tragedia nueva, sino parte cotidiana de mi “especial vida”.
EN FIN, COMO TODOS, NECESITO QUERER Y SER QUERIDO.
Para los alumnos (as) que presentan necesidades educativas especiales, específicamente los niños con síndrome de Down, significa aprender de y junto a otros, tener las mismas oportunidades de participar en el currículo nacional con el resto de sus compañeros en el contexto escolar y social que les corresponde.
Para todos los alumnos se ofrece ventajas, pues se benefician de las innovaciones pedagógicas que realizan los educadores en respuesta a la diversidad, y de la experiencia de conocer y participar con otros, reduciendo temores, mitos, y prejuicios que han conducido a la sociedad a marginar a estas personas, y desarrollando actitudes de respeto y solidaridad, aprendiendo a vivir juntos.
La socialización de los niños con síndrome de Down es igual a la de los niños que no la tienen, la única diferencia es que el proceso se lleva a cabo más lento en los niños con este síndrome.
Precisamente, en las edades que abarca el Nivel Inicial , el propio niño, no es todavía plenamente consiente de su déficit, ni tampoco lo son sus compañeros. Juntos tienen la posibilidad de aprender a convivir, a relacionarse y aceptarse.
La experiencia común es interesante para todos: para los niños con síndrome de Down, porque pueden vivenciar modelos de referencia normalizados en los compañeros de su edad; para estos últimos, porque aprenden que en su entorno existen también niños con necesidades educativas especiales, como son los niños Down, que tienen rasgos físicos que los caracterizan, y que ello no es un impedimento para poder interrelacionarse con los demás compañeros.
En el ámbito educativo, la inclusión debe formar parte de una estrategia general cuya meta sea alcanzar una educación de calidad para todos; por lo tanto, implica una nueva forma de concebir los procesos educativos, de abordar las diferencias individuales de los alumnos y de utilizar los recursos humanos, materiales y técnicos que puedan existir, tanto en el establecimiento educacional, como en su entorno, a través de redes de apoyo que permitan potenciar el proceso de inclusión.
A modo de ejemplo se ofrecen a continuación unas pautas de intervención (adaptadas de Espinosa de Gutiérrez) que sirven de solución a los correspondientes problemas. Aunque se refieren a alumnos con deficiencia mental, en general, son eficaces para los alumnos con síndrome de Down en particular.
1. Su aprendizaje se realiza a ritmo lento.
Debemos brindarle mayor número de experiencias y muy variadas, para que aprenda lo que le enseñamos.
2. Se fatiga rápidamente, su atención no se mantiene por un tiempo prolongado.
Inicialmente debemos trabajar con él durante periodos cortos y prolongarlos poco a poco.
3. Su interés por la actividad a veces está ausente o se sostiene por poco tiempo.
Debemos motivarlo con alegría y con objetos llamativos y variados para que se interese en la actividad.
5. La curiosidad por conocer y explorar lo que le rodea está limitada.
Debemos despertar en él interés por los objetos y personas que le rodean, acercándonos y mostrándole las cosas agradables y llamativas.
4. Muchas veces no puede realizar la actividad solo.
Debemos ayudarle y guiarle a realizar la actividad, hasta que la pueda hacer solo.
6. Le cuesta trabajo recordar lo que ha hecho y conocido.
Debemos repetir muchas veces las tareas ya realizadas, para que recuerde cómo se hacen y para qué sirven.
7. No se organiza para aprender de los acontecimientos de la vida diaria.
Debemos ayudarle siempre a aprovechar todos los hechos que ocurren a su alrededor y su utilidad, relacionando los conceptos con lo aprendido en "clase".
8. Es lento en responder a las órdenes que le damos.
Debemos esperar con paciencia, ayudarle estimulándole al mismo tiempo a dar una respuesta cada vez más rápida.
9. No se le ocurre inventar o buscar situaciones nuevas.
Debemos conducirle a explorar situaciones nuevas, a tener iniciativas.
10. Tiene dificultad en solucionar problemas nuevos, aunque éstos sean parecidos a otros vividos anteriormente.
Debemos trabajar permanentemente dándole oportunidades de resolver situaciones de la vida diaria, no anticipándonos, ni respondiendo en su lugar.
11. Puede aprender mejor cuando ha obtenido éxito en las actividades anteriores.
Debemos conocer en qué orden se le debe enseñar, ofrecerle muchas oportunidades de éxito, secuenciar bien las dificultades.
12. Cuando conoce de inmediato los resultados positivos de su actividad, se interesa más en seguir colaborando.
Debemos decirle siempre lo mucho que se ha esforzado o que ha trabajado y animarle por el éxito que ha logrado. Así se obtiene mayor interés y tolera más tiempo de trabajo.
13. Cuando participa activamente en la tarea, la aprende mejor y la olvida menos.
Debemos planear actividades en las cuales él sea quien intervenga o actúe como persona principal.
14. Cuando se le pide que realice muchas tareas en corto tiempo, se confunde y rechaza la situación.
Debemos seleccionar las tareas y repartirlas en el tiempo, de forma tal que no le agobie ni le canse.
Fuente:
“Integración de niños (as) con necesidades educativas especiales en el nivel preescolar”
EL JUEGO Y LOS JUGUETES
A partir de los 3 años
El niño con síndrome de Down de tres años que ha sido estimulado adecuadamente, ha aprendido muchas cosas. Es capaz de jugar por sí solo, utilizando con cierta creatividad el material que tiene a su alcance. Pasa muchos ratos entretenido con sus cosas, experimentando o usándolas del modo que ha aprendido.
Sin embargo conviene seguir jugando con él por varias razones:
- Necesita aumentar sus habilidades y creatividad.
- El juego con el adulto le facilita el desarrollo de las capacidades lingüísticas
-¡siempre hay problemas en el desarrollo del lenguaje!- y sigue mejorando su socialización.
- En los programas de estimulación preescolar, siguen siendo necesarios .los llamados "juguetes educativos" para mejorar y ampliar las capacidades de atención, percepción, asociación, clasificación, o simplemente las manipulativas, tan imprescindibles en todos los aprendizajes.
Por todo ello, y siguiendo en la misma línea, recomendamos una serie de juguetes y material que facilitará la madurez global de los niños con síndrome de Down a partir de los 3 años.
Motor grueso
El niño ya conoce, controla y mueve adecuadamente su propio cuerpo de acuerdo con las diversas circunstancias ordinarias. Ahora necesita mejorar el tono, el equilibrio, la coordinación y la postura, con juegos de correr, saltar, andar en triciclo, etc. Debe participar habitualmente en los juegos infantiles de los parques públicos como tobogán, columpio, barras de trepar, etc., con ayuda y vigilancia. El columpio debe usarlo con moderación, para evitar la aparición de movimientos autoestimulatorios de balanceo que le desconecten un poco del ambiente.
Al mismo tiempo conviene que el niño disponga del siguiente material:
- Triciclo de pedales: es necesario elegirlo bien porque algunos carecen de la suficiente estabilidad. ¡Atención al tamaño!
- Pelotas: variadas en tamaños, color y materiales como en la época anterior.
- Un cajón de madera, de cartón duro o de plástico (sirven las cajas de los supermercados) para meterse dentro, subirse encima, sentarse.
- Tacos de madera: para saltar desde o por encima de ellos, para ponerlos en fila y andar por encima, para construir.
Motor fino
El niño también ha desarrollado habilidad con sus manos, ha aprendido a coordinar los movimientos de ambas, a coger cosas de diversos tamaños y formas, a manejar algunos instrumentos auxiliares con finalidades concretas, etc.; pero todavía hay cierta torpeza y tosquedad en los movimientos finos, poca independencia de dedos, a veces poca fuerza. La habilidad manual debe mejorar siempre.
Para ayudarle en este aspecto, así como en el de la creatividad, conviene tener en casa:
- Toneles que cierren a rosca y huevos encajables.
- Bolas, cilindros, cubos y otras figuras geométricas variadas y de diversos tamaños para ensartar y hacer seriaciones.
- Tablillas perforadas para "coser", con agujas gruesas y con cordón.
- Banco de carpintero con tornillos, tuercas, martillo, etc.
- Construcciones "lego" y otras de madera.
- Pizarra.
- Pinturas de dedos, de pincel, de cera.
- Tijeras de punta redondeada, que corten bien.
- Plastilina o arcilla.
- Punzón (con vigilancia).
Cognición – percepción - atención
Las capacidades de atención y discriminación se han desarrollado de un modo muy notable, así como las cognitivas y las relacionadas con el lenguaje comprensivo; sin embargo, es preciso seguir ofreciendo al niño estímulos adecuados para ir preparándole para tareas y aprendizajes más complejos desde todos los puntos de vista.
El material más indicado es el siguiente:
- Puzzles muy variados y con diversos grados de dificultad. Es mejor hacerlos en casa utilizando planchas de cumen y con dibujos sencillos. Incluso basta utilizar tarjetas postales o láminas que se recortan en 2, 4, 6, 8 trozos. y el niño debe colocar y pegar formando de nuevo la imagen.
- Rompecabezas de pocos cubos.
- Lotos y otros juegos de asociación.
- Juegos "memory".
- Bloques lógicos o formas geométricas de diferente color, tamaño, grosor y, si es posible, textura.
Lenguaje
El lenguaje debe estar siempre presente en todas las relaciones ordinarias y de juego que tengamos con el niño, pero también hay material que ayuda específicamente en esta importantísima área:
- Casettes o discos con canciones infantiles.
- Tarjetas con imágenes de objetos y de acciones.
- Barajas de cuentos y películas infantiles que conozca el niño.
- Muñeca con ropa para vestirla, practicar el abrochar-desabrochar, soltar-atar, subir y bajar cremalleras, darle de comer, acostarle, etc.
- Juego de cocina: platos, vasos, tazas, platos, cubiertos y cacerolas.
- Granja y animales, casitas y personajes, coches y camiones.
- Disfraces y equipo de oficios que conoce el niño.
- CUENTOS: Muchos y variados, con imágenes claras y artísticas, escenas de la vida cotidiana cuyos protagonistas sean familiares para el niño: otros niños, la familia, animales domésticos, el parque infantil, la vida de la casa, etc.
CADA DÍA: “LECTURA” DE UN CUENTO DURANTE 10 MINUTOS. Se ha comprobado que es una ayuda poderosa para un mejor desarrollo del lenguaje en todos los niños.
Fuente:
Fundación Iberoamericana Down 21/Atención Temprana - El juego y los juguetes.
➽Para seguir leyendo:
- Aula Propuesta Educativa El niño y la niña con Síndrome de Down
Canal de Youtube. Beto La Serie
Beto es un niño y tiene Síndrome de Down. Cada capítulo muestra con humor situaciones cotidianas en la vida de Beto y sus padres, y cómo siguen adelante rescatando lo valioso de cada momento. La intención principal de esta serie es visibilizar y desdramatizar la discapacidad como camino hacia la aceptación de las diferencias, invitar a superar ciertas barreras que cargan de gravedad la relación con personas con discapacidad.
Una entrada muy completa, muchas gracias por las pautas no sabía tantas cosas para trabajar con estos niños. Requieren de mucho apoyo, paciencia y cariño.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias Mirian, el amor es fundamental para sacar lo mejor de sí de cualquier niño.
EliminarBesos.
¡Completísima la entrada!Uno de los principios que tenemos que tener en cuenta como docentes es que TODOS los niños son CAPACES y sólo hace falta creer en ello y trabajar los aspectos que sean necesarios en cada uno desarrolle al máximo sus capacidades. Un abrazo enorme Sandra.
ResponderEliminarTal cual Lola, es fundamental apoyarlos y guiarlos para que desarrollen al máximo sus capacidades.
EliminarMuchas gracias.
Besos.
Como siempre una entrada excelente, Sandra. Gracias por tanta y tan buena información. Todo lo que tenga que ver con inclusión es fundamental tratarlo en la escuela, además de en otros ámbitos.
ResponderEliminarUn abrazo fuerte.
Gracias Anabel, es un pequeño aporte para algunas colegas que me lo solicitaron.
EliminarBesos
Y es cierto que si ha sido estimulado adecuadamente aprende muchas cosas. Realmente son niños que juegan, ríen, comparten, amorosos como cualquier otro. Y es importante verlos con sus peculiaridades sin mirar al síndrome, sólo al niño y creer en ellos.
ResponderEliminarAbrazos.
Así es Zoila!! Muchas gracias por visitar mi blog.
EliminarBesitos.
MUY CLARAS LAS PAUTAS PARA TRABAJAR CON ESTOS NIÑOS Y TODOS. GRACIAS!!
ResponderEliminarMuchísimas gracias por tu visita y comentario.
EliminarSaludos.
Importante información para trabajar con niños y niñas de condiciones especiales
ResponderEliminarMe alegra que te haya interesado la información. Gracias!
EliminarExcelente! Gracias!
ResponderEliminarGracias a ti por pasar a leer.
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