Como estamos llegando al final del ciclo lectivo…temporada de cierre…emoción y lágrimas…Fernando Crayones nos acerca este hermoso texto que escribió para que los chicos que egresan se despidan del Jardín.
Dejamos todo
Dejamos el chupete, y más valientes nos vamos.
Dejamos las rondas, pero de las manos nos vamos.
Dejamos compañeritos y amiguitos nos llevamos.
Dejamos canciones y con nuestra propia música nos vamos.
Dejamos a las señoritas y un abrazo interminable si la cruzo en la calle o en la plaza nos llevamos.
Dejamos el jardín, no, al jardín no lo dejamos...
¡Sube hasta el pecho y un escudo dulce en el corazón nos llevamos!
Fernando Crayones
Algunas ideas para usar el texto:
Un niño o adulto lo lee en el acto final.
Confeccionar una cartelera que será expuesta en la fiesta en donde los mismos niños se dibujarán y escribirán su nombre .
Elaborar un pequeño vídeo con fotos de los niños y agregar el texto narrado o escrito con una música de fondo.
Los invito ahora a escuchar y ver el último tema de Fernando: "Donde". Una dulce canción que dedico a esos "pequeños pajaritos" que ya están preparados para iniciar su propio vuelo...
La Evaluación Final brinda elementos para la valoración del proyecto educativo, del programa desarrollado, de cara a su mejora para el período académico siguiente; considerando el fin del curso como un momento más en el proceso formativo de los alumnos, participando en cierta medida de la misma finalidad de la Evaluación Continua. Es importante destacar que se evalúa para conocer el grado de logro de los objetivos y no para emitir una calificación.
En el Nivel Inicial esta evaluación se da a través de la descripción de la situación de cada alumno en referencia a los campos formativos y competencias, sobre sus logros y dificultades, sobre lo que conocen y saben hacer, por lo que a diferencia de otros niveles educativos en donde se asigna evaluaciones cuantitativas como las calificaciones las cuales determinan la acreditación de un grado o la certificación de un nivel educativo, la evaluación tiene una función esencialmente formativa como medio para el mejoramiento del proceso educativo.
El informe final, es el que da cuenta más acabadamente de los logros alcanzados por el niño en el transcurso del año, así como las dificultades que presenta en relación al aprendizaje de los contenidos enseñados.
Lo importante no es la forma o la estructura del registro sino que brinde una información clara y confiable acerca de la conducta y logros de cada niño.
La herramienta fundamental para realizar este seguimiento responsablemente es la observación directa y constante de las acciones y reacciones de los niños.
Una observación puede ser utilizada con fines de evaluación del niño/a solamente cuando se registra de manera objetiva, de tal manera que se pueda recurrir a ella en el momento en el cual se necesite "chequear" ciertos aspectos relacionados con la conducta del niño/a . Una observación que no se registre suele transformarse en un hecho subjetivo, ya que se pierden los detalles, además de que inconscientemente podemos mezclar el hecho tal cual como sucedió con nuestros propios juicios.
Es imposible que un docente guarde en su memoria todos los hechos relevantes que ocurren con su grupo de niños durante el transcurso del día. Por ello se debe contar con instrumentos prácticos en los cuales anotar o "depositar" la información diariamente y recurrir a ella cuando sea preciso. Dichos instrumentos debidamente llenados servirán posteriormente de base para elaborar los informes dirigidos a los padres acerca de la ejecución de su hijo en el preescolar, además servirán de guía la docente para lograr una mejor orientación del niño durante el desarrollo de las actividades educativas.
El lenguaje utilizado debe ser claro, que exprese el dato recabado (no una interpretación, evitando palabras y/o frases que rotulen al niño, ej. “es inquieto”; “no puede quedarse quieto”; “no sabe escribir su nombre”; “es cariñoso”; “es agresivo”. Debería expresarse: “presenta dificultad para permanecer tranquilo durante…; “presenta dificultad para escribir su nombre cuando…”; “se muestra cariñoso ante…”; “manifiesta cierta agresividad ante determinada situación que…”
Las que se presentan a continuación no son sino algunas sugerencias que, según se estima, podrían contribuir con la instancia de comunicación que, a través del Informe de Progreso Escolar, establecen el Jardín de Infantes y el docente con las familias.
-El estilo de expresión no ha de ser técnico, sino claramente comunicativo, es decir, comprensible, adecuado al contexto comunitario y social.
-Se ha de tomar como punto de referencia, para indicar los avances, el inicio del año escolar, con especial énfasis en las potencialidades y actitudes positivas del niño, expresando las dificultades –si las hubiere-, pero orientando la valoración hacia las posibilidades de superación.
-Para indicar avances en los logros, se podrán tener en cuenta:
La posición del sujeto que aprende: más exploratoria, más descriptiva, más investigativa, etc. Por ejemplo, a través de expresiones como en forma exploratoria, en forma intuitiva, haciendo uso de…
Cuestiones de proceso. Por ejemplo, lo comienza a lograr, lo hizo fluidamente desde que ingreso al Jardín, va evidenciando avances…
Aspectos cuantitativos. Por ejemplo, con cantidades pequeñas, durante períodos breves, en pocas ocasiones…
Grados de autonomía. Por ejemplo, ante las indicaciones del docente, por iniciativa propia, con ayuda del docente, con la colaboración de los pares, en forma autónoma…
Aspectos sociales. Por ejemplo, en el contexto de juego con otros niños, cuando otros niños se lo proponen…
Contexto situacional. Por ejemplo, en el proyecto, en el patio, en situaciones de lectura en la biblioteca de la sala, en la iniciación …
A modo de ejemplo se comparten algunos enlaces con instrumentos de seguimiento y evaluación individuales.
En las guías y listas de cotejo es importante aclarar que la determinación por edades es aproximada, es un referente que varía de un niño a otro, no todos los niños y las niñas alcanzan determinados logros al mismo tiempo, ni de la misma manera.
Cuenta una leyenda de Guatemala que los niños de una tribu antes de irse a dormir le contaban a sus muñecos las preocupaciones que les quitaban el sueño: cada día tomaban un muñequito y le contaban un problema que les rondaban por la cabeza; colocaban el muñequito debajo de la almohada y se iban a dormir. Al día siguiente se despertaban cargados de energías y a lo largo del día encontraban la solución a ese problema; era como si esos muñecos hubiesen resuelto el problema mientras dormían.
De este folclore guatemalteco surgieron los “quitapesares” o "quitapenas" que son muñecas y muñecos diminutos hechos de pequeños trozos de madera, retazos de tela e hilo.
Esta tradición se ha extendido a todo el mundo, sobre todo a Centro y Sudamérica.
Actualmente se suelen conseguir en las ferias, los venden en en unidades también en pequeñas bolsitas o cajitas que contiene entre 6 a 7 muñequitos (Aunque se supone que deben ser 6, uno para cada día de la semana y al séptimo se descansa) .
Muchos de ellos vienen con instrucciones de uso:
➽ Si es regalado mejor.
➽ Concentrarse en la preocupación o pena al momento de acostarse.
➽ Contarle al muñeco lo que queremos que se lleve.
➽ Colocar el quitapenas debajo de la almohada.
➽ Unas caricias en la pancita del muñeco para que no le duelan a él tus penas y por la mañana, habrán desaparecido...!!!
Si bien conocía la existencia de estos muñequitos ignoraba su significado hasta que Elena Santa Cruz * en un encuentro que tuve la dicha de participar, nos los presenta acompañados de una excelente proyecto para trabajar los miedos infantiles .
Ella nos sugiere partir de la narración del cuento Ramón Preocupón de Anthony Browe
Ramón era un niño que se preocupaba por muchas cosas, tanto así que no podía dormir. Sus padres intentaban calmarlo pero era imposible. Él se preocupaba más cuando tenía que dormir fuera de su casa. Un día tuvo que dormir en la casa de la abuela. Estaba muy preocupado y se lo contó a su abuela. Ella le contestó que no se preocupara que ella era igual cuando tenía su edad y le buscó una solución. La abuela le buscó un muñeco quitapesares y le dijo que tenía que contarle sus preocupaciones y guardarlo debajo de su almohada y así el muñeco velaría sus sueños y el podría dormir. Esto funcionó por unos días, pero luego Ramón comenzó nuevamente a preocuparse pues creía que su muñeco no podía dormir por sus preocupaciones. Entonces Ramón creó muñecos quitapesares para su muñeco así todos pudieron dormir y ya no fue tan preocupón.
Este cuento es bueno para trabajar los miedos que suelen tener los niños a la hora de ir a dormir y que no le dejan conciliar el sueño. También nos sirve para trabajar valores como compartir, ya que Ramón hizo muñecos para todos sus amigos, para que ellos también pudieran dormir.
Luego de presentarlo se puede preguntar a los niños a qué cosas le temen. Se sugiere que se reúnan en grupos pequeños para expresar sus preocupaciones y cómo hacen para no sentirse tan preocupados. Para crear un clima de mayor intimidad los intercambios pueden realizarse debajo de las mesas del aula. Esto tiene el propósito de con la ayuda de sus pares pueden buscar soluciones a sus preocupaciones que quizás sean similares.
Posteriormente los niños con la ayuda de la maestra buscarán información sobre los muñecos quitapesares.De esta manera se aprovechará para trabajar otras culturas.
Finalmente se los invitará a crear su propio muñeco quitapesares de manera creativa.
Por ejemplo podrán utilizar palitos de helado para su estructura y luego decorar con recortes de tela y marcadores.
Otra propuesta interesante es realizar un taller con los padres, de esta forma los familiares podrán colaborar en la confección de los muñecos.
Además los quitapesares pueden ser un excelente regalo para hacerle a los niños a fin de año, en su cumpleaños o en cualquier otro momento...
¿Y porqué no a los adultos?
*Elena Santa Cruzes una maestra, titiritera e investigadora de teatro de títeres. Licenciada en Educación Inicial por la Universidad de El Salvador, ejerce como docente en el Instituto Sagrado Corazón.Discípula de Mane Bernardo, publica varios libros y diversas revistas, trabaja con sus títeres desde los años ochenta, y desarrolla sus tareas en hospitales, penales refugio y centros de atención.