Andrés Guacurarí, nació en la ciudad de Santo Tomé (actual provincia de Corrientes) en 1778 y fue un reconocido como militar y uno de los primeros caudillos federales de las, entonces, Provincias Unidas del Río de la Plata.
Desempeñó el cargo de gobernador de la Provincia Grande de Misiones desde 1815 hasta 1819 y fue adoptado por el uruguayo José Gervasio Artigas como hijo, lo cual le permitió firmar con ese nombre. Además, participó de las tropas del general Manuel Belgrano en la expedición libertadora al Paraguay y viajó a Banda Oriental con el mismo objetivo.
Durante su período de gobernación, fue recordado por su gran interés en la comercialización de la yerba mate así como en su producción, íntimamente arraigada a la cultura guaraní que fue predecesora de la bebida más tradicional de Argentina.
Profundamente arraigado en las costumbres y tradiciones, tomar mate implica mucho más que beber una infusión, es un gesto de amistad, de cordialidad y mucho más....
“La magia más grande que tiene el mate la heredamos de los guaraníes que la descubrieron. Ellos ordenaban su vida según un principio de reciprocidad porque consideraban que no era más rico el que más tenía si no el que mayor capacidad tuviera de compartir los bienes materiales y espirituales con los demás. Por eso cuando descubrieron la yerba mate y la hicieron parte de sus vidas, porque para ellos era una pócima, decidieron que la tenían que compartir. Y fue frente al fuego, que era sagrado, y pasándose un cuenco, que tomaron esta decisión. Hoy al mate lo compartimos gracias a ese gesto, a ese mensaje tan místico y tan mágico de los guaraníes”.
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