21 may 2023

El Juego Heurístico. Cómo organizarlo.

 

EL JUEGO HEURÍSTICO: UNA ACTIVIDAD  DEL SEGUNDO AÑO DE VIDA*

En el segundo año de vida, la más amplia conquista de la movilidad es el factor central del niño. Su segundo año de vida, en consecuencia, está marcado por un nuevo tipo de desarrollo, un nuevo horizonte de curiosidad, nuevas maneras de aprendizaje. Pero esta nueva pasión crea con frecuencia un estado de gran angustia en los adultos. El niño quiere estar siempre en movimiento y son demasiadas las cosas que, en casa, tenemos que decirle que no toque; estamos siempre encima suyo, preparados con un «NO» cuando coge y maneja objetos valiosos para nosotros y que, para él, incluso pueden ser peligrosos. Ahora ya coordina bien el ojo, la mano, la presión en los objetos, y esta nueva actividad estimulada por una curiosidad intensa y cada vez más grande puede procurarle conflictos en cadena.

🔷La conquista de la movilidad lo cambia todo 

En la escuela infantil, dado que allí no viven los adultos, los riesgos no existen: todo puede estar preparado para calmar incluso a los niños más activos; el espacio tendrá que estar organizado para ofrecerles motivos de interés y no desilusionarlos nunca. Adentrémonos, pues, en las premisas, analizando al mismo tiempo las experiencias realizadas hasta ahora. A menudo oímos decir que la adquisición de la movilidad parece hacer perder al niño la concentración que un poco antes mostraba en el uso de la cesta de los tesoros. Los educadores comentan el fenómeno: dicen que pasa demasiado deprisa de un objeto a otro, que el material de juego disponible normalmente en la escuela solo llama su atención por pocos minutos, que tiene tendencia a tirar al suelo los objetos (un puzzle, por ejemplo). Los educadores declaran, en fin, que no quiere poner las piezas de juego en los agujeros «correctos». ¿Y por qué habría de hacerlo? ( Los juegos didácticos, en efecto, le reclaman una capacidad que aún no ha adquirido.) Si fuese capaz de hablar, podría decirnos: «Estos juegos todavía no me interesan, antes quiero hacer otras cosas.» 

Si examinamos crítica mente el material de juego que acostumbramos a ofrecer a un niño en el segundo año de vida, podemos constatar que es muy evidente la diferencia entre lo que le ofrecemos y lo que puede satisfacer su urgente necesidad de explorar un radio más amplio y más autónomo, la nueva necesidad de aprender cómo se comportan los objetos en aquel espacio. Los meses precedentes, sentado al lado de la cesta de los tesoros, el niño tocaba, examinaba los objetos que escogía, se los metía en la boca; podemos imaginar su pensamiento: «¿Qué es esto?» Pero las exploraciones de entonces tenían un límite. Una pelotita rodaba: él sólo podía seguirla con los ojos (no podía moverse para cogerla); si no le era devuelta por el adulto tenía que padecer su frustración (pensaba en el día en que podría ir detrás de la pelota y cogerla). La  habilidad para usar las manos - fase de experiencia adquirida con el uso de la cesta de los tesoros- tiene ahora que  sumarse a las nuevas posibilidades de movimiento recién adquiridas. Esta nueva conquista le permite ir a buscar siempre nuevos objetos con los que experimentar. Ahora, mientras se mueve para coger un objeto, su pensamiento es: «¿Qué puedo hacer con esto?». Con la adquisición de la movilidad, no se ha perdido, por tanto, la capacidad de concentración. En el segundo año de vida, tal capacidad sólo pue de crecer mediante aquel tipo de descubrimientos que he descrito brevemente. Buscando captar su auténtico valor, he dado el nombre de «juego heurístico» a la nueva actividad educativa que propongo, una actividad que favorece el desarrollo de descubrimientos tímidamente ligados a la racionalidad deductiva. Me viene a la memoria, hablando de esto, la conocida historia de Arquímedes sentado en la bañera cuando se dio cuenta, gritando «¡Eureka!» (lo encontré), del desplazamiento del agua causado por el volumen de su cuerpo: había comprendido el principio físico de la flotación. Es precisamente esto lo que hace un niño pequeño -espontáneamente, sin estar dirigido por los adultos- mientras pueda acceder a materiales «explorables» de verdad, que estimulen su imaginación a la hora de darles cualquier utilidad.

🔷 Cómo organizar el juego heurístico 

Para llevar a cabo estas experiencias, el niño necesita una gran variedad de objetos, variedad que conviene renovar siempre, objetos que no pueden encontrarse en los catálogos de las casas de juguetes. Es por esto por lo que en la descripción del JUEGO HEURÍSTICO no hablaré nunca de «juguetes», sino de «objetos» .

¿En qué consiste exactamente el juego Heurístico? ¿En qué difiere de otras actividades que ofrecemos a los niños? ¿Cómo se organiza y qué papel juega en él el adulto? En algunas escuelas infantiles, en Italia y en Inglaterra, se ha observado cómo los niños de estas edades juegan, completamente absortos y ocupados, a llenar y vaciar contenedores de diferente naturaleza, cómo juegan a encajar un objeto dentro de otro, a apilar y a amontonar material, a confrontar y a notar diferencias y semejanzas. No hay nada particularmente nuevo en todo esto, pero no se puede negar que los niños lo hacen generalmente a pesar de nuestra presencia y no porque sea una actividad favorecida por los adultos. 

La novedad educativa que propongo radica en el hecho de que somos conscientes de que facilitar este tipo de exploraciones, promover el desarrollo de esta nueva actividad mental y, por tanto, promover este particular tipo de concentración es, precisamente, nuestra tarea.

 Las observaciones nos demuestran que los niños están preparados para dedicarse a ello durante una media hora o incluso más. Siguiendo los propios pensamientos lógicos, ponen en práctica de una manera realmente creativa la frase hecha «Una cosa lleva a otra», reconocen causa y efecto, y al mismo tiempo se divierten (sin sentir la angustia de buscar el «buen resultado» ni tener miedo a fracasar, la carga de haber «acertado» cómo hacer una cosa o el temor a equivocarse). Convendrá, pues, dotar este juego de todo lo que haga falta y dedicarle el tiempo adecuado durante la jornada en la escuela infantil. 

🔷Los materiales 

Si el material es el idóneo, las posibilidades serán infinitas. Muchos de los objetos utilizables para el juego heurístico pueden encontrarse en casa o en la cocina de la escuela infantil, o bien se encuentran o se adquieren a buen precio en las ferreterías, en las mercerías, etc. 

Es preciso, pues, recopilar y comprar, o confeccionar, una buena cantidad de todos los artículos citados más abajo. 

Los padres, el personal de la escuela y los amigos pueden recopilar botes (con los bordes pulidos) y tapadoras metálicas de vasitos; podemos comprar anillas de cortinas y pinzas de tender la ropa, pueden fabricarse borlas de lana. Los adultos tendrán que buscar -con criterios de fantasía y creatividad- objetos adecuados y siempre diferentes que puedan recambiar continuamente el material ya disponible. La mayoría de estos objetos «heurísticos» pueden ser similares a los que se eligen para la cesta de los tesoros. Deben presentar una gran variedad de formas, dimensiones, pesos, colores; hechos para ser usados durante mucho tiempo por los adultos, pueden durar si se los trata bien. 

El material de juego que hace falta recopilar, en cantidad suficiente para no más de ocho niños, puede ser el siguiente: 

PARA COMPRAR 

  • Anillas de cortinas (de madera o de latón). 
  • Pinzas de tender de madera. 
  • Bigudíes de diferentes diámetros. 
  • Cadenitas, finas y ligeras, de diferentes longitudes (alrededor de 30 cm.). 
  • Pelotas de ping-pong. 
  • Tapones de corcho muy compacto. 

PARA RECOPILAR, EN CASA Y EN LA COCINA DE LA ESCUELA, O PARA CONSTRUIR

  •  «Pom poms» (bolas) de lana. 
  • Cilindros de cartón fuerte , de diferentes medidas (soportes de papel higiénico, de papel de cocina ... ). 
  • Conos de cartón empleados en las hilaturas textiles.
  • Cintas de seda, de terciopelo, etc. 
  • Llaves viejas (no demasiado gruesas). 
  • Trozos de madera sobrantes en la ebanistería.
  • Tapadoras metálicas de vasitos y botes. 
  • Castañas grandes. 
  • Piñas. 

Muchos otros tipos de materiales idóneos se les ocurrirán a los educadores durante el transcurso de la actividad. 

🔷Cómo y cuándo introducir el juego heurístico 

La experiencia que hemos adquirido en la organización del juego heurístico (para niños de uno a dos años) nos indica la observación de algunas reglas fundamentales. 

■ Necesitamos, como mínimo, quince tipos de objetos; el material, cuando no se utilice, se guardará en bolsas (de 50 x 50 cm. con un cordón de cierre), una bolsa para cada tipo, que se pueda colgar (si el peso del material lo permite).

■ Debemos proveernos de una gran cantidad de objetos de cada tipo (de 50 a 60 anillas de cortinas, pinzas de tender, etc.). 

■ Hacen falta recipientes, unos 20 (botes, cestitas, cajas), que estarán en el suelo durante el juego, bien distanciados unos de otros. · 

■ Es preciso un espacio con moqueta o material cálido, libre de muebles u otros materiales, y también un espacio reservado para las bolsas y los recipientes.

■ El juego se desarrollará en aquel momento del día (la duración es aproximadamente de una hora) en que haya personal suficiente, es decir, un adulto disponible para un grupo de niños no superior a ocho. 

■ Es importante utilizar el espacio entero, evitando al aglomeración de los niños en uno o dos puntos; para conseguirlo, el adulto coloca las bolsas -que escogerá teniendo en cuenta las posibilidades de jugar con dos tipos diversos de objetos- ya abiertas y bien distanciadas una de otra. Los niños elegirán los objetos sin ninguna sugerencia por parte del adulto. Para decidir cómo deben jugar y con qué objetos, necesitan tiempo. 

■ A lo largo de esta hora convendrá que, de vez en cuando, se ponga un poco de orden, pero sin que lo noten los niños, para mantener así agradable el aspecto del espacio durante todo el tiempo de juego.

■ Una vez terminado el período propiamente de juego, la reordenación final del material se considera como una actividad por sí misma, que continúa la anterior, y tan divertida como el mismo juego. Se reservará el tiempo suficiente para que los niños puedan colaborar en hacer gran parte del trabajo. El adulto mantendrá todas las bolsas abiertas y los niños pondrán el material en las bolsas correspondientes. El adulto aprovechará la ocasión para comprobar el estado de cada cosa, mostrando con su actitud el cuidado que debe tenerse con el material. De esta manera, tenemos la seguridad, incluso antes de llenar las bolsas, de que su contenido está a punto para un nuevo uso. 

(N.B. Cuando el adulto crea que ha llegado el momento de acabar el juego, es importante que evite llamadas genéricas del tipo: «¿Quién quiere ayudarme?». Es mejor, en cambio, que demos uno de los objetos de juego a un niño, un bigudí, por ejemplo, invitándolo con el gesto a ponerlo dentro de la bolsa que está en el suelo, abierta, e invitándolo después a buscar otro por el suelo. En este momento, son útiles los comentarios del adulto del tipo: «Mira, otro», «¿Me puedes encontrar otro?», «¿Lo ves?» «Debajo de la silla», etc. Los niños se ejercitan en la selección de los objetos y muestran una gran energía a la hora de ayudar a poner orden.). 

🔷Rol del adulto en el juego heurístico 

En la recogida y en el cuidado del material, en la selección de las bolsas que deben usarse, en la preparación del espacio con las bolsas abiertas y con los recipientes esparcidos, en su discreto reordenar durante el juego y poner orden al final, el rol del adulto es de organizador, además, es, sobre todo, un «facilitador» y, como tal, conserva una actitud tranquila, atenta pero apartada. Solo si un niño empieza a lanzar objetos a diestro y siniestro -o incluso a molestar a los otros niños- convendrá ofrecerle una cesta o una caja e invitarlo a lanzar los objetos allí dentro en vez de por el suelo. 

Durante el juego heurístico, es importante que el adulto esté sentado en una silla, disponible con su mirada a todos los niños y de manera que sea capaz de observarlos a todos atentamente; y preparado para tomar algún apunte si desea estudiar el comportamiento de algún niño. Un niño, libre de hacer lo que le plazca sin la intervención de los adultos, nos «dice» mucho de sí mismo, mientras que si el adulto está activo en un grupo, probablemente perderá muchos aspectos significativos de la manera de desenvolverse de los niños. 

(En otros momentos del día, el adulto se sentará sobre la alfombra, teniendo con los niños una relación más afectuosa y coloquial, pero para el juego heurístico es necesario un comportamiento diferente, este que hemos descrito.). 

🔷Los resultados 

Los educadores que han experimentado el juego heurístico dicen que: 

• se crea una atmósfera de calma y tranquilidad; 

• los niños muestran su capacidad de concentración, siguen los propios pensamientos lógicos mientras exploran y descubren un uso cualquiera del material que tienen a mano;

 • son pocos los momentos de conflicto, porque hay -debe haber- abundancia de materiales; son frecuentes los intercambios sociales y actos de colaboración; 

• esta actividad ofrece al adulto una ocasión para poder observar a los niños en plena tranquilidad, relajación y disfrutando de una atmósfera de calma (esto les aporta un gran beneficio).


*Tomado de la Revista In-fan-cia. Educar de 0 a 6 años. 
Associació de Mestres Rosa Sensat. Barcelona. Noviembre/Diciembre 1990


🔷Consideraciones sobre Juego Heurístico en el diseño de Maternal 


"Al pensar las propuestas de la sala el docente considerará la posibilidad de incorporar el “juego heurístico”. Este tipo de actividad es un componente interesante de las actividades del día, que se debe organizar de una forma determinada para que se pueda extraer el máximo provecho de los materiales y de las acciones que los niños ejercen sobre ellos.

Para que esto se pueda llevar a cabo deberán contar con una gran variedad de materiales tales como: bolsas y cajas chicas, cilindros de cartón, gran variedad de telas, llaves (unidas en manojos pequeños), tarros, tapas de metal, tapas de plástico, broches, aros de madera (pequeños) y metal, ruleros, trozos de manguera, etcétera. Los materiales deben estar clasificados de manera de distribuirlos organizadamente en la sala. Este tipo de actividad permite la exploración de las diferentes acciones que se pueden desarrollar sobre ellos: meter y sacar, apilar, rodar, abrir y cerrar, ensartar, encastrar, entre otras. Uno de los aspectos atractivos y creativos es la cantidad de combinaciones que permiten los materiales.

Al docente le cabe el papel de organizador y facilitador. Deberán buscar con imaginación, objetos diferentes que se puedan añadir a la colección existente, agregar o reemplazar los elementos. Al trabajar en diferentes contextos podrán reunir otros materiales propios de la zona en la que está ubicado el jardín y solicitar a las familias la ayuda que puedan ofrecer. La selección exhaustiva de elementos no convencionales posibilita la investigación de los elementos del entorno que es rico en variedad de formas y permite multiplicidad de acciones.

Es importante la actitud del docente durante el desarrollo de esta actividad: observar las acciones de los niños sosteniéndolos desde la mirada, ayudarlos cuando lo precisen, registrar por escrito los diferentes avances que logran sus alumnos.

La exploración se ampliará también al inicio del conocimiento del entorno natural para comenzar a observar a los seres vivos: plantas, flores, pequeños animales, reconocer algunas diferencias y semejanzas, sus características. Las propuestas estarán basadas fundamentalmente en la
observación directa de los mismos".

🔷Sintetizando*

El juego heurístico es una actividad lúdica pensada como continuación del cesto de los  tesoros y destinada a niños y niñas de edades comprendidas entre 12 y 18/24 meses; debe llevarse a cabo en grupos pequeños –de 6 a 10 niños-. Necesita que previamente los niños hayan tenido oportunidad de explorar distintos materiales y texturas. Se desarrollaría dentro de la escuela 0-3 a lo largo del curso y en diferentes sesiones -es aconsejable que no pase mucho tiempo entre unas y otras-.

Para llevar a cabo el juego se necesita la siguiente preparación: disponer de material concreto, inespecífico y no catalogado como didáctico; un espacio preparado adecuadamente; tiempo sin interrupciones y exclusivo para la actividad (45 minutos o más por sesión); una educadora/or como mínimo, y una atmósfera de tranquilidad y paz en el grupo.

Es una actividad que aprovecha y potencia las acciones espontáneas de los niños y niñas. 

Tiene 2 fases: en la primera, exploran los materiales y combinan unos objetos con otros; en la segunda, orientados por el adulto y de forma organizada, recogen el material con el que han estado jugando y construyendo. 
 
Desarrollo de la sesión

1-Preparación

Para la educadora/or se inicia aquí; hay una previa labor donde se prepara la sala, deja espacio libre, selecciona 3 ó 4 tipos de objetos según el número de niños, saca de la bolsa las 50 unidades de cada tipo de objetos (es decir, 150 si se trata de 3 tipos o 200 si es de 4 clases de objetos) y prepara los contenedores. 
En el suelo de la sala, en puntos equidistantes coloca sendos “focos de material” (es decir, un puñado de objetos de los 3 ó 4 tipos elegidos y algunos contenedores.
Retira las bolsas y se sienta en una silla, permanece sentada mientras observa el desarrollo de la actividad, preparada para intervenir cuando sea necesario y dando seguridad a los niños y niñas.

2. Exploración y combinación de objetos

Los niños y niñas encuentran el material en el suelo ya preparado u observan cómo lo esparce. Exploran y combinan los objetos a su aire.
 
Algunas posibles acciones serían: meter-sacar, llenar-vaciar, abrir-cerrar, agrupar separar, colgar-descolgar, tapar-destapar, añadir-restar, alinear, hacer que se deslicen, emparejar, apilar, encajar, vaciar, estirar, apretar, comparar, empujar o pulsar, girar, oscilar, modificar su aspecto.

Y combinando los materiales descubre que: las cosas caben o no, se aguantan o caen, son más grandes o pequeñas, ruedan o se quedan quietas, encajan bien o no, modifica la apariencia según cómo los tocas, son agradables o no.

Mientras realizan la actividad de descubrir, toman conciencia de las leyes de la naturaleza (gravedad, equilibrio, velocidad, etc.) y de las propiedades de los objetos (dimensión, volumen, peso, color, etc.).

3. Recogida de los objetos

Es el momento de coger del suelo todos los objetos e ir introduciéndolos en cada una de las bolsas de forma ordenada (es decir, cada objeto en su categoría). La bolsa es ofrecida por la persona adulta (educadora/or) y es quien dirige la actividad de los pequeños.

Supone una continuidad con la actividad anterior. Es interesante porque: ejercita la movilidad de los niños (al recoger se mueven por todo el espacio), estructuran el pensamiento cuando clasifican los objetos para guardarlos en su bolsa correspondiente).

El adulto es quien empieza a recoger, retirando contenedores que ya no usan e invitando a recoger a los niños más cansados; los demás niños seguirán la acción. Su actividad se centra en el lenguaje, es decir, no recoge sino que a través de la palabra dirige las acciones de los niños. Son frases directas, sencillas, que invitan al niño a actuar (p.e. “mira al lado de la ventana, hay dos cilindros, tráelos”). Usa la mirada y la sonrisa para mostrar acuerdo o complacencia, se ocupa de que todos los niños participen en esta
parte de la actividad y que toda la sala quede recogida. 

La duración de esta parte es similar a la primera (alrededor de 45 minutos). Es importante que el adulto tenga control sobre el momento adecuado para empezar a recoger, evitar que se cansen y pierdan el interés.

Cuando ha finalizado puede invitar a los niños y niñas a que la acompañen donde guarda las bolsas con los objetos y, de esta manera, les hace más conscientes de que el juego ha finalizado. 


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2 comentarios:

  1. Estos juegos me parecen muy interesantes. El adulto está en un segundo plan. Es una actividad que aprovecha y potencia las acciones espontáneas de los niños y niñas, y eso me gusta.
    Gracias, Sandra.

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    1. Exacto Marisa, es una forma de fomentar su autonomía.
      Gracias por tu interés.
      Un abrazo.

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